Palabras de la senadora Hilaria Domínguez

24 / Junio / 2015

Quiero expresar a ustedes que en el curso y en el transcurso de esta comparecencia, estuve haciendo reflexiones y desde luego me ubicaba en el tema que nos ocupa y nos preocupa ahora mismo, que es la evaluación.

Recuerdo a mis maestros, a los maestros del apostolado, que no necesitaron que se les pagara, ni se les evaluara.

Cuando tata Lázaro Cárdenas del Río, fue a los ejidos, a las comunidades; los ejidos y las casas ejidales fueron las escuelas de los niños, de los campesinos, de los obreros y de las clases medias populares, para recibir esa educación. Al contrario, no eran voluntariosos, solos acudían y no ocupaban esto.

Sin duda alguna cada día y hoy, en este momento, quiero expresarles que estoy convencida de la reforma estructural educativa; hoy más que nunca, porque parece que estamos olvidando evaluar factores y decisiones que han entorpecido el desarrollo y la transformación de la educación en este país, de todos los niveles estructurales.

Hemos olvidado que se estabilizó por un sindicato y por una inercia, se vendían las plazas, se hacía una negociación y no había la educación de calidad, ni los perfiles necesarios para ocupar esas plazas.
Los niños en el abandono. Hoy, con esta reforma estructural, cambia la situación; ahora el punto es la evaluación educativa, cómo profesionalizar el servicio de carrera de los maestros.

Claro que se ocupan, por supuesto que se ocupan, porque en esas plantillas hay mucha gente que no tiene el perfil, ni la vocación para ser maestro.

Quiero expresarles a ustedes que es preocupante –y tenemos que mandar un mensaje-, la educación no es sólo la evaluación; no sé si de veras estén preocupados por la evaluación o por situaciones políticas de postura o mediáticas.

El punto es, lo más importante y lo que nos debe preocupar ahora mismo, es el avance transformador que debe tener la educación en este país.