Festejan en el rancho de Vico Anguiano a quienes hicieron posible el triunfo del Gallo Arellano

25 / Junio / 2015

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- El rancho de Vico Anguiano, situado a un costado del tramo carretero Santiago, Colonia Emiliano Zapata, será el escenario donde el día de hoy la coordinación del equipo de Manuel Cota les ofrezca una comida a los coordinadores, que tejiendo fino colaboraron en el triunfo del candidato del PRI a diputado federal Efraín Arellano Núñez.

Siempre he sido una persona que dice lo que piensa, quizá por eso no soy del agrado de algunas personas que se sienten ofendidas por mis comentarios; los que siempre han sido en el sentido de que la victoria del Gallo Arellano en las urnas se dio luego del trabajo realizado por los ex seccionales, y no por los llamados Copades. Y veamos el porqué de mi aseveración. Los seccionales, desde hace 25 años en los que he estado trabajando en medios escritos, donde sin rubor digo que he sido director primero de la antigua Voz de Santiago, pese a que el nombramiento que me diera su director general José Luís Sánchez Carvajal no fue del agrado de muchos que me antecedieron, como fue el caso de Juan Diego Ahumada Lara, del Abogado José Cruz Ávila Camacho, y del mismo Arturo J. Soriano, a quienes debo reconocer que les debo mi formación; ya que de ellos aprendí lo mejor de ellos y lo demás lo deseche. Luego José Torres Zamora, quien por aquellos años pasaba por su mejor momento en la capital del estado donde fue jefe de prensa con don Emilio M González, luego jefe de la APROCON, más tarde síndico municipal con el Gordo Rivas, y además era el director del periódico el Cotidiano, y estando yo en la Voz de Santiago, en alguna ocasión me dijo Napoleón, ¿cuánto te paga el pupú?, ya me enfade de andar sacando a Juan Diego de la cantina para que venga a escribir. Por aquellos años los constantes problemas que tenía José Luis con las autoridades daban poco margen de vida a la Voz de Santiago, por lo que luego de llegar a acuerdos me veo investido de director del Diario de Aztlán. Más tarde funde mi propio periódico, la Jornada de Ixcuintla, donde volví a ser blanco de los ataques de mis supuestos amigos que decían que estaba plagiando el nombre de unos de los diarios más poderosos del país la Jornada, por lo que me reía de mis dizque amigos que ya no querían supongo más competencia.

En el gobierno del Perico Barajas, recibí la invitación del Dr. Manuel Narváez, para unirme al grupo de Vanguardia, donde la verdad me sentí a gusto y me siento a gusto, porque conocí otro tipo de hacer periodismo con don Manuel Narváez Avalos a la cabeza, y donde hasta la fecha continuo, trabajando muy a gusto.

Quiero aclarar que hice este largo preámbulo, para señalar que lo que escribo no es producto de una imaginación atrofiada por el alcohol y la droga, sino que mis escritos son con conocimiento de causa, y es que cuando digo que el Gallo ganó apoyado por los seccionales es porque son estos los que a lo largo de muchísimos años de trabajo conocen a la perfección donde se encuentran los focos rojos que pueden conducir a determinado candidato a la derrota, y eso estaba sucediendo cuando entran en escena los Copades, personas que venían de elecciones pasadas pero participando con partidos opositores al PRI, y que ahora por obra y gracia de quien sabe quién ya eran priistas. Me tocó ver como en la elección para presidente y diputados regidores y síndico, el coordinador de la octava demarcación era una persona a la que apodan el ‘Toro’ Arenas, del poblado del Corte, quien llegó a la presa en un automóvil que en el cristal trasero traía la leyenda de Amor, con Amor se paga, y que por haber sido perredista no conocía a la militancia del PRI en el poblado de la Presa. Afortunadamente los seccionales, como en el béisbol, son utilizados como pitcher emergentes, como sucedió también con el Gallo, quien ganó la elección en los últimos 15 días luego que dejaran trabajar abiertamente a la gente que mantiene acuartelada como soldados de guerra el senador y líder nacional de la CNC Manuel Cota. Decir lo contrario es por dos cosas: no querer reconocer una gran verdad o bien encontrarse bien maiceado ¡I’ñor!

Por eso felicidades a mi amigo Amado Montero, por reconocerles el trabajo a la gente que si trabaja, no a arribistas como estos Copades que ahora son regidores, síndicos y empleados de confianza sin tener merecimientos ¡Ah saladez!, dijera Kriti.