REDESCUBRIENDO: Los Estados Mentales de una Persona Celosa

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

07 / Julio / 2015

UN INFIERNO MENTAL. Otra característica de la persona celosa es que tiene continuamente sentimientos de culpa. El celoso se muestra violento, no agrede sólo físicamente, sino que también agrede con palabras sarcásticas e hirientes, o con el chantaje emocional: llorar o manipular. Llega un momento en que esto es tan fuerte que el mismo celoso reconoce estar dañando a su pareja, afectándola emocionalmente; y en el fondo, reconoce que no está bien y que se ha excedido en sus palabras, supuestamente tratando de castigarla por buscar a otra persona. Después comienza a razonar las cosas y viene el sentimiento de culpa: Si es cierto, he tratado mal a mi esposa y a mis hijos, a quienes amo. La persona sabe que está haciendo mal, pero está como amarrada y no sabe qué hacer. Entonces le pide perdón a la esposa y le llora, y parecieran que viven una luna de miel temporal, pero luego vuelven a lo mismo. Es un círculo vicioso.

En el fondo, el celoso necesita ayuda, lo entiende y sabe que está siendo dominado por una pasión; pero otra vez vuelve a caer en la misma esclavitud, en la cárcel de sus pasiones. Esto es devastador. La persona celosa tiene una tormenta en la mente, un infierno; está sufriendo y está haciendo sufrir a los demás. Puede llorar a solas en su cuarto; puede estar rezagada porque no soportar lo que está viviendo y pasa por su mente pensamientos como: yo también lo voy a engañar. ¿Cómo se calman los celos? Primeramente, a través del interrogatorio; el celoso es mejor que el policía, el agente judicial y el ministerio público juntos. Bucea en las aguas profundas del pasado de su esposa(o), pregunta por sus antiguos novios, lo que le gustaba de ellos, qué experiencias tuvo. Esto es para armar el rompecabezas, pieza por pieza, y poder descubrir con quién lo está engañando, supuestamente. Cuestiona todo: horarios de salida, horarios de entrada, con quién estuvo, con quién platicó, de qué platicó, qué comió, qué hizo, qué no hizo. Es un interrogatorio muy minucioso.

Me platicaba una mujer que su esposo era tan celoso que cuando ella iba con su mamá, el hombre veía a qué hora salía, calculaba el tiempo exacto que tardaría el taxi o el camión en llegar y hablaba inmediatamente a la casa de su madre. Si no había llegado se ponía muy mal, en una actitud molesta y enojona; si la mujer tardaba media hora más, este hombre ya había pensado lo peor: que el otro la había llevado en el carro y habían hecho no sé qué tantas cosas. Entonces comenzaba el interrogatorio: ¿dónde tomaste el camión? ¿A qué hora lo tomaste? ¿Con quién te fuiste? ¿Qué hiciste? Cuando el celoso ve que todas las cosas concuerdan y checa detalladamente los horarios, su alma descansa. Pero cuando hay una contradicción, se enciende el volcán y es muy difícil apagarlo; seguramente, producirá un pleito. También se aplacan los celos a través de la búsqueda de acciones o detalles que le aseguren que su pareja los ama, que reafirmen ese amor. Eso le da tranquilidad. Además, para calmar sus celos entra en continuos falsos arrepentimientos, que tienen como característica el pedir perdón a la pareja y decirle que las cosas van a cambiar. Hace muchas promesas, se disculpa y empieza a tratar bien a los hijos; pero luego, cualquier cosa vuelve otra vez a perturbarlo.


¿POR QUÉ PIDE PERDÓN EL CELOSO? Perdóname porque te ofendí o Perdóname porque te dije una mala palabra, dicen. Pero ese no es el problema real, la raíz del problema es que esa persona tiene celos. Necesita sacarlos de su vida para que entonces haya un verdadero cambio. Además se vuelve una persona manipuladora, que los psicólogos llaman deprimido culpable. Es extremadamente rencoroso y lucha contra sus propias pasiones dentro de sí, manipulando a la otra persona. Es decir, quiere que su esposa(o) se convierta en una marioneta que se mueve según sus deseos. Le pone un itinerario de lo que debe y lo que no debe hacer. Entonces la esposa(o) ya no es una persona libre, sino que el hombre la tiene guardada bajo llave, es de su propiedad. Cuando logra meter a su esposa en semejante juego de manipulación, la persona descansa, pero es una paz falsa porque cualquier cosa que perturbe esa caja vuelve a hacer estallar al hombre. También está continuamente escudriñando y preguntando a terceras personas acerca de su pareja, porque es extremadamente desconfiado. ¿Qué le da confianza a un hombre así de desconfiado? El pedirle a una persona que esté en su casa cuidando que hace y que no hace su esposa(o). Entonces se siente tranquilo, pero volviendo al punto, es una tranquilidad falsa. En una ocasión, en una conferencia para matrimonios pregunté quién era celoso. Nadie levantó la mano. ¿Sabe usted que los celos, al igual que la ira, son pasiones que todos los seres humanos tenemos? Es normal que en algún momento usted pueda sentir esa pasión, pero debe controlarla. Existen los celos dominantes. Éstos afectan a la persona que los posee, a la pareja, al matrimonio y a toda la familia y se convierten en una tragedia devastadora; una desgracia que destruye su vida, su matrimonio y todo lo que le rodea. El problema está en usted. Generalmente, el celoso no reconoce que él es el problema y siempre dice: es por tus actitudes, es que tú me haces desconfiar. No entiende que él es la causa del problema. Y ¿sabe por qué? Porque está viendo algo que no existe y continuamente está echando culpas, es decir, se siente la víctima.

Si en algún momento la esposa confesó que tenía un novio con el cual tuvo una relación sexual, es suficiente para tener un problema continuo y una situación desgastante que lleva a más conflictos, uno tras otro, en su relación de matrimonio. Usted necesita reconocer quién es el problema y buscar ayuda. Si quiere contactar algún consejero profesional, llámenos y con gusto le atenderemos. El problema real está en usted, no en las personas que le rodean; mientras no reconozca esto, estará cortando ramas del árbol cuya raíz son los celos. Orientador Familiar Y Conferencista. Consultas Celular 311 136 89 86. Hasta la próxima. redescubriendo@hotmail.com