Luis Ángel: el nayarita que resiste a ser un enfermo de segunda

* La justicia federal concede al joven de 21 años una suspensión de plano para que se le aplique la hemodiálisis que requiere sin costo alguno, en la respectiva unidad de la Secretaría de Salud estatal.

19 / Agosto / 2015

Por Oscar Verdín Camacho

Puestos el mandil y la cachucha de trabajo en una lonchería del centro de Tepic, la señora Cristina Rosales López cuenta una, y otra, y otra historia que terminan enlazándose dramáticamente.

Su hijo Luis Ángel Mendoza Rosales, de 21 años, ha sufrido insuficiencia renal desde que tenía tres años. A los 14 años, entonces con acceso al Seguro Social, ella le donó un riñón, pero unos años después su esposo y su papá fueron llevados a prisión. Perdió el citado beneficio de seguridad social y con ello la adquisición del medicamento que de por vida debe consumir una persona trasplantada. Terminó la vida del riñón donado.

Cristina se detiene porque debe tomar aire para detener las lágrimas, exigentes en salir. Sólo Dios sabe la ayuda que he buscado en muchas partes para salvar a mi hijo...

Hace unos meses, Luis Ángel empezó a recibir tres aplicaciones de hemodiálisis por semana, en la respectiva unidad de la Secretaría de Salud estatal, a través del Seguro Popular. Los lunes era sin costo, pero el miércoles y viernes debían cubrirse mil 150 pesos por cada sesión, como cuota de recuperación.

Si Cristina tuvo que recurrir préstamos, lo hizo. Si un día no alcanzó para comer, también. Pero llegaron las veces en que de plano no alcanzó para llevar a su hijo a la sesión de los viernes, ni con el aporte de su hijo José Manuel, empleado como guardia de seguridad.
Y no fue.

No se imagina lo que es ver a un hijo hinchado y batallando para respirardesde el miércoles hasta el lunes eran muchos días para volverlo a pegar a la máquina de hemodiálisis.

MEXICANOS DE OTRAS CATEGORÍAS

Hace unas semanas, la historia de Luis Manuel la conoció el abogado Alfonso Nambo Caldera, cuyo despacho es pionero en Nayarit en la promoción del litigio estratégico, el amparo con carácter social, que pueda incidir en la mejoría de la aplicación de recursos públicos en beneficio de la población.
Cristina no entendía entonces el alcance de lo que iniciaría en la primera semana de agosto.
Al Juzgado Primero de Distrito de Amparo Civil y Administrativo en Tepic, Nambo planteó con coraje, tras explicar las dificultades económicas de la citada familia:
Aunque verbalmente he sido informado que el Seguro Popular no alcanza a cubrir todas las sesiones de modo tal que me resultaran gratuitas no sólo las de los días lunes, sino también las de los días miércoles y viernes, a diferencia de lo que sucede con otro tipo de instituciones de seguridad social, como son el IMSS, el ISSSTE o el ISSFAM, salvo la mejor opinión de su Señoría, esa pretendida justificación se torna violatoria de mi derecho humano a la salud integral, pues conlleva a suponer que hay mexicanos de primera y ulteriores categorías –no autorizadas por la suprema ley de la nación-, en función del tipo de seguridad social, oficial, de que dispongan.

Si el Seguro Popular no alcanza a cubrir íntegramente la atención que requiero, significa que no corresponde al nivel de salud que preconiza la Constitución Mexicana.

La respuesta del Juzgado de Distrito no se hizo esperar: concedió a Luis Manuel una suspensión de plano para que la aplicación de las tres sesiones de hemodiálisis que requiere por semana no falten y no tengan costo.
Aún falta por conocer la resolución de fondo de la sentencia de amparo. Pero Nambo aplaude y reconoce la disposición del secretario de Salud estatal y del director de la unidad de hemodiálisis, Pavel Plata Jarero y Santos Santiago Gutiérrez Alemán, respectivamente, que inmediatamente acataron la suspensión de plano concedida al muchacho.
Para Nambo, amparos como el de Luis Manuel –aparentemente el primero en su tipo en el Seguro Popular en Nayarit- deben masificarse, pues ello influirá para que los gobiernos federal, estatal, municipal, destinen más recursos públicos a áreas verdaderamente importantes como el de la salud.
UNA FLOR

Cristina también es mamá de una adolescente que estudia preparatoria.
Tras la suspensión decretada por el Juzgado de Distrito, dice que espera, poco a poco, enfrentar las deudas económicas. Vive con sus hijos en una casa en renta y busca comprar un colchón para su hijo enfermo, o algún aparato con que se ayude a respirar cuando sufre de ello.
Pero a pesar de la tranquilidad porque su hijo tendrá la hemodiálisis sin falta, Cristina enfrenta una mezcla de inquietud porque su amparo cayó con sorpresa y quizás no del todo bien en las instituciones de salud.
Por eso no se cansa de repetir: estoy más que agradecida con Dios, con el doctor Pavel y el doctor Santiago, con todos los que trabajan en hemodiálisis por su generosidad, por todo lo que hacen por nosotros.
Emocionada hasta las lágrimas, agrega: quiero llevarle una flor al doctor Santiago. Por favor, quiero que la acepte

Cristina ha tenido unos minutos de tiempo libre en su trabajo para platicar con este reportero. Al final, se le pide un número de teléfono para contactarla, por si algún lector desea apoyar a Luis Ángel: 311-1426220.
Después continúa con su jornada del día.

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