Enfermas sociales y sus puntos negros

02 / Septiembre / 2015

Por Jolumeca

Ixtlán del Río, Nayarit.- Me costó enorme trabajo, primero, entender la rara actitud de una mujer como si fuera dos personas diametralmente opuestas y a la vez unidas por una similitud, verla ser víctima de trastornos mentales, la primera persona poseída en contra de su voluntad, realizó actos obscenos en el interior de una iglesia, ni el sacerdote pudo calmar al demonio que levantó pesadas bancas y la lanzó como si fueran plumas.

Con gran fuerza las arrojaba lejos, profiriendo palabras altisonantes, semidesnuda realizó esta actividad para luego ser perseguida por los pocos creyentes reunidos en dicho recinto, luego recobró la calma rápidamente o mágicamente, dando la impresión que el demonio adquiere mayor complejidad; es necesario vigilar a toda persona que presente este tipo de signos.
La otra persona que presenta síntomas de deterioro mental, es muy similar a la primera, se trata de una persona que anda vendiendo algodones por la calles, deambulando sin el menor sentido de la ubicación, se orina sin preocuparse estar en la situación correcta para realizar esta actividad, si alguien le hace algún comentario, ni siquiera lo ve, sigue perdida en su mundo.
Vivimos una época moderna donde se han encontrado explicaciones lógica y psicológicas a las enfermedades mentales, se dejó de creer que los astros influyen, pero nadie les presta atención a este tipo de alteración de conducta, eso de ir a la iglesia y desnudarse para querer acostarse en la bancas va más allá de una realidad de una enfermedad social.