CON PRECAUCIÓN: Válvulas de escape 1

Por Sergio Mejía Cano

14 / Septiembre / 2015

Vaya que ha levantado ámpula en varios sectores de la población el rumor que se corrió primeramente en las redes sociales y posteriormente en los medios de comunicación locales, respecto a la iniciativa mandada al Congreso Estatal desde el mes de julio por el gobernador del estado, Roberto Sandoval Castañeda; iniciativa que aún está en comisiones y que se dice, será este lunes 14 del presente mes cuando se debatirá sobre su aprobación; añadiendo o quitando algunos pronunciamientos.

Según los enterados, dicha iniciativa ha generado escozor en varios ciudadanos porque así se diga por la parte gubernamental que solamente son unas adecuaciones a los artículos ya establecidos en el código penal, para gran parte de la población no está quedando claro el que se tengan que regular las marchas de protesta, pues como es un derecho consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se entiende que si se trata de regularlas se pierde este derecho ciudadano; el espíritu constitucional, porque cómo se le va a decir a la población inconformes que puede manifestarse pero a la hora, en dónde y por dónde se les diga por parte de las autoridades; y aquí se envuelve eso del ataque a las vías de comunicación, y ya se sabe que cuando hay marchas no hay ataque a ninguna vía de comunicación, lo que hay son bloqueos e interrupción del tránsito vehicular, porque la palabra ataque encierra en su acepción, destrucción, daños graves a dichas vías y éstas quedan ilesas después de una marcha; si acaso llenas de basura , pero hasta ahí nomás. Así que se tienen que bloquear calles y avenidas por ejercer un derecho constitucional, porque eso de que un contingente numeroso camine nada más por las aceras, pues como que no, porque aun así también se tienen que bloquear las calles por donde vayan pasando los marchistas.

Ahora bien: hay quien señala que esto es para impedir que la concurrencia de personas impida ‘dolosamente’ el funcionamiento de las vías de comunicación para el tránsito de vehículos, y que por esto se limite vulnerando el derecho constitucional de libre tránsito que toda persona debe gozar; y entrecomillo esto último, porque entonces ¿qué pasa cuando se instalan los retenes policíacos que también interrumpen el libre tránsito consagrado en nuestra Carta Magna? ¿O como cuando hay mítines y desfiles organizados por el mismo gobierno o escuelas o por asociaciones civiles? Aquí pasa lo mismo que cuando hay una marcha de protesta, ¿y? Se dice también que es para no atacar los derechos de terceros, pero de acuerdo a personas que se dicen versadas en Derecho, no puede haber dos derechos encontrados, que uno se contraponga con otro; sí, de acuerdo, quienes se manifiestan en una marcha o plantón interrumpen el libre tránsito de otras personas, pero se entiende que primeramente está el derecho a la manifestación que, en todo caso, marchas de protesta y plantones no tendría que haberlas si se llevaran bien las cosas y no dar pie a que surjan inconformidades en algunos sectores de la población. Y desde luego que no puede haber dolo en ninguna marcha o plantón, ya que el dolo podría existir siempre y cuando se detenga a los automovilistas para hacerles daño tanto a ellos como a sus vehículos, y esto, que se sepa, hasta hoy no ha sucedido.

También se ha estado hablando en todas partes, y no nada más en las dichosas redes sociales, sino en pláticas de café, de banqueta, plazas y jardines o encuentros ocasionales en la calle sobre el aumento a las penas por injuriar, difamar o calumniar a alguien; todo estaría bien si fuera nada más aumentar la penalidad, pero lo que llama la atención hasta a quienes no seamos eruditos en leyes, es el hecho de que se pretenda ampliar a quien lo haga a través de los medios masivos de comunicación; y desde luego que entre estos están contemplados tanto periódicos impresos como la radio y la televisión, pero al parecer hacia donde está enfocado el asunto es a las redes sociales porque éstas tienen una difusión prácticamente inmediata.

Las redes sociales son una válvula de escape para gran parte de la población, ya que todo servidor público protesta guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen y si así no lo hiciere, que la nación se lo demande. Y he aquí el meollo del asunto: ¿Cuándo, a qué horas y en dónde se le puede demandar la falta a su protesta a un funcionario si ya una vez en su cargo es inaccesible? Si esa válvula se tapa, la olla explota. Continuará.