¿Jugar Limpio?

22 / Septiembre / 2015

Por Rafael Ríos

La comunicación e interacción entre jugadores (compañeros-adversarios) resultan propicias para practicar el juego limpio. Apropiándose de posturas críticas respecto a la competencia en situaciones reales de acción y contrastes; los sentimientos y vivencias que surgen del triunfo y de la derrota.

Asume el respeto, la tolerancia, la solidaridad, el reconocimiento de las posibilidades propias y del otro, la identidad, la lealtad, el compañerismo y la cooperación como elementos del juego (limpio). Actúa con responsabilidad los roles de compañero y adversario para reconocer aspectos de su persona y favorecer la participación equitativa. (Valores, secuencias, comentarios y sugerencias ¿?)

Desde la intercomunicación entre los compañeros y el manejo de implementos hasta la realización de desplazamientos en distintas áreas. ¿Diálogo? Se debe asumir actitudes de identidad, lealtad y cooperación con sus compañeros y adversarios; durante el desarrollo del juego se propicie el diálogo para resolver posibles conflictos que se generen y para que reflexionen en torno a las actitudes del juego limpio.

Comentar en torno a la red de comunicación verbal y no verbal que se establece entre los entrenadores; es decir, explicar por qué la iteración de los jugadores es necesaria para conseguir el logro del propósito de la actividad.

El niño con el balón que dice: ¡juego limpio!, lo entrega al árbitro y se vá ¡nó!, que diga: propiciar la tolerancia y la serenidad ante el triunfo con la derrota en los juegos.

(Rafael Ríos)