CON PRECAUCIÓN: Caldero en ebullición

Por
Sergio Mejía Cano

25 / Septiembre / 2015

En días pasados con bombo y platillo el PAN y el PRD anunciaron su posible alianza para los comicios a efectuarse el próximo año; coalición que ya se podría considerar como un hecho debido a que en pasadas elecciones les ha dado resultado, aunque con candidatos que brincaron del PRI la mayor de las veces.

Se podría decir que esto es aberrante debido a la diferencia de ideologías en ambos partidos; sin embargo, estas han quedado atrás o mejor dicho: nada más en sus propios estatutos, porque lo que es en los militantes de ambos partidos ya no significan nada, pues ahora luchan por el Poder por el Poder y nada más. También hay gente que se pregunta que cómo es esto posible si es como juntar el agua con el aceite, pero esto quedó atrás; desde luego que quienes se hacen esta pregunta no han tomado en cuenta que una alianza de este tipo llevó a la gubernatura del estado de Nayarit a don Antonio Echevarría Domínguez en 1999, quien también salió de las filas del PRI.

Y precisamente aquí en Nayarit se está previendo conformar de nuevo esa coalición que tanto ruido hizo en 1999, aunque desde luego que ya no son los mismos tiempos, pues hoy en día ambos partidos políticos al igual que todos los demás están muy desprestigiados ante el público elector. Y sería bueno recordar que en aquél año del 99 quien llevó al triunfo al señor Echevarría Domínguez, fue en realidad la fuerza que tenía el PRD, ya que el PAN nunca ha contado con una buena participación en la entidad; si creció un poco, fue debido a que pasó lo más común en estos casos: la cargada de la gente que se hace al lado hacia donde se inclina el barco y, como en el año 2000 ganó el PAN la Presidencia de la República, de inmediato infinidad de advenedizos se hicieron panistas, reafirmando la mayoría su militancia o adherencia en el 2006 al volver a ganar las elecciones federales y así tener de nuevo en sus manos el Poder Ejecutivo; pero llegó el 2012, año en que el PRI volvió por sus fueron y a esos advenedizos se les volvieron a abrir los ojos y, reconociendo su error de antaño, regresaron al redil priista dejando al PAN con su militancia de siempre que es muy poca en Nayarit.

Y obviamente es bueno recordar que nunca segundas partes han sido buenas. Si hay ilusos que creen que se podría volver a hacer la hombrada de 1999 con la susodicha alianza PAN-PRD y con uno que otro partido morralla o todos los demás cuya única mira es bloquear al PRI, pues posiblemente se den cuanta más temprano que tarde que ya no son los mismos tiempos y que será difícil, aunque no imposible, que algún priista despistado se engolosine con el canto de las sirenas aliancistas y se aviente como el candidato de esa coalición pensando en que volverá a repetirse la hazaña de 1999.

Pero aún así, a nivel federal las dirigencias de estos partidos mencionados insisten en que si bien aún no están previstos los comicios federales del 2018, tal vez sea un caldo de cultivo para coaligarse en ese año buscando desbancar de nuevo al otrora partido aplanadora: el PRI.

Por lo pronto la moneda está en el aire por lo que suceda el año próximo; sin embargo, ese desprestigio que se ha adueñado de las asociaciones políticas tendrá mucho qué ver, pues buena parte de la ciudadanía ha despertado y más, al ver que ideologías y estatutos han pasado a segundo plano y que por esto, ninguno de los partidos ofrece ya ninguna garantía de que se haga algo por el bienestar de la Nación; porque ya dieron muestras claras que lo único que les interesa es derrotar al PRI sin tener un programa bien definido para que en el hipotético caso de que se llegaran a alzar con el triunfo, cómo gobernarían, si con los estatutos de un partido o del otro, porque eso de hacer de ambas ideologías una sola pues como que no va, porque la del PAN es oligarca y la del PRD supuestamente popular; supuestamente, porque de eso ya nada queda y menos con estas alianzas apócrifas que han desmerecido a ambos partidos feamente.

El caldero político ya empezó con una ebullición que probablemente traiga muchas sorpresas y más, ahora que se vio que las candidaturas independientes han despertado la curiosidad en gran parte de la ciudadanía, sobre todo de aquella que por lo regular se dice a sí misma: a ver qué pasa.
Así que en caso de darse esta alianza PAN-PRD, no quedará ninguna opción para los pensadores de izquierda debido a que no hay por lo pronto un verdadero partido que represente esta ideología que aparece en muchos de los estatutos del PRD y hasta del PRI.