Fray Agustín Patrón y Guzmán Santo Varón de Compostela

27 / Octubre / 2015

Por Rodolfo Medina Gutiérrez.

COMPOSTELA NAY.- En estos días acaban de canonizar a Fray Junípero Serra, misionero franciscano que ayudó mucho a la colonización de California. Al igual que las expediciones de Atondo, Bernal de Piñadero y Eusebio Kino; Serra recibió mucha ayuda de las gentes de Tepic y Compostela.

La colonización del norte se debe en gran medida a los apoyos que se recibían de la costa neogallega. Fernández de la Torre y el Conde de Miravalles fueron patrocinadores de numerosas expediciones. Los compostelanos Francisco de Itamarren, Gutiérrez Góngora, Gonzalo de Enciso y Fernando de Rivera y Moncada fueron exploradores de California. El primer alcalde de los Ángeles fue José María de Haro, oriundo también de Compostela. Otro paisano fue el padre Salvador de la Peña y Maldonado Monroy Pizarro, misionero en Sonora.

Recordemos que Francisco Vázquez de Coronado, gobernador de la Nueva Galicia, partió de Compostela a la conquista del territorio que hoy abarca Colorado, Nuevo México, Arizona y el sur de Texas. En fin, ya sea por el medio militar o el eclesiástico, la ciudad de Compostela está muy relacionada con esta difícil empresa que llevaron a cabo los españoles a lo largo del virreinato.

Un caso muy especial fue el de Fray Agustín Patrón y Guzmán, religioso franciscano nacido en la ciudad de Compostela en el año de 1690. Los Patrón son una de las familias más antiguas de Nayarit, descendientes del comerciante genovés Bartolomé Patrón, natural del Burgo de Utre, avecinado en Compostela hacia la segunda mitad del siglo XVI. Por otro lado, los Pérez de Guzmán de Compostela estaban emparentados con el polémico fundador de la ciudad.

Fray Agustín Patrón llevó a cabo su labor evangélica desde el Colegio de Propaganda Fide de Guadalupe, ubicado en el Estado de Zacatecas. Fue una persona muy cercana a Fray Margil de Jesús uno de los grandes misioneros de la Nueva España.
Los colegios de propaganda fide tenían la misión de preparar misioneros para evangelizar el norte de la Nueva España, lleno de peligros. Fray Agustín Patrón llevó a cabo su labor apostólica en ambas orillas del río Bravo. Estuvo a cargo de las Misiones de San Miguel de Linares -Actual Nuevo León- y de San Juan Bautista, Texas.

Posteriormente fue nombrado Guardián del Colegio de Guadalupe. En 1722 autorizó el establecimiento de la Misión del Espíritu Santo, ubicado en la región de los indios Karankawas, actual Texas. Los últimos años de su vida los dedicó a la oración y a la reflexión.

Ayunaba, vivía pobremente; por las noches se autoflagelaba, usaba cilicio y se desvelaba rezando. Estas prácticas eran muy comunes entre las personas que querían experimentar el dolor que sufrió Cristo en su pasión, y aunque hoy en día la iglesia las prohíbe, para el siglo XVIII eran muy comunes y bien vistas.

La salud de Agustín Patrón mermó como consecuencia de estos intensos ejercicios y de la ruda vida que había tenido en las misiones del norte. Incluso las heridas que se provocó en su espalda se infectaron, por lo cual expedían un olor nauseabundo. Finalmente, falleció en marzo de 1737.

Testimonios de la época señalan que el olor a carne putrefacta que expedían las llagas de Fray Agustín desapareció al momento de su muerte, y en su lugar comenzaron a sentir un agradable olor a rosas que invadió cada uno de los rincones del extenso colegio de Guadalupe.

Su obra, devoción religiosa y éste extraño fenómeno que atestiguaron los hermanos franciscanos de Guadalupe, generaron comentarios sobre la posible santidad del franciscano compostelano.

Curiosamente, nunca se ha abierto -ni se abrirá- proceso de canonización para este personaje, quien es considerado un Santo Varón del colegio de Guadalupe.

Hoy en día el Colegio de Guadalupe es uno de los museos más importantes del país. Ahí podemos observar un óleo grande donde se muestra a Fray Agustín Patrón y Guzmán realizando sus ejercicios; e igualmente, podemos visitar la celda donde murió, en cuyas paredes y piso existen manchas de sangre del compostelano, las cuales regaba a la hora de azotarse o apretar el cilicio.

En la imagen se aprecia el óleo de Fray Agustín Patrón y Guzmán, resguardado en la sala de Guardianes, del Museo de Guadalupe Zacatecas.