CON PRECAUCIÓN: El Bronco vs el Himno Nacional

Por Sergio Mejía Cano

28 / Octubre / 2015

La semana pasada, el flamante gobernador del estado de Nuevo León señor Jaime Rodríguez Calderón, más conocido en el bajo mundo de la política como El Bronco, levantó un poco de polémica al declarar ante un grupo de estudiantes que nuestro Himno Nacional (HN) debería cambiarse, principalmente en la parte que incita a la guerra; sin embargo, al parecer esto no levantó el ámpula que posiblemente pretendió el Bronco, porque sus palabras al parecer pasaron sin pena ni gloria, pues ya no le hicieron el caldo gordo, apagándose el mitote mediático de inmediato.

Pero esto no es nuevo, ya que a lo largo de la existencia de nuestro HN, ha habido detractores e inclusive, se le han mutilado varias estrofas, quedando oficialmente con cuatro de ellas a partir del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado.

Lo que llama la atención es que el Bronco nada más se haya referido a la mención bélica en el himno y no a la connotación en cierta forma religiosa que contiene el mismo; pero esto, de acuerdo como lo señalan algunos estudiosos de esto, sería en cierta forma ya irrelevante, pues es entendible por la época en que fue escrito, que fue en el siglo XIX, en el año de 1853 por el poeta y compositor potosino Francisco González Bocanegra, y la música, por cierto excelente, por el español Jaime Nunó. Y a propósito de estos estudiosos, aducen que en sí, a pesar de que se tiene establecido que el himno se enseñe en las escuelas primarias, esta práctica casi ha dejado de existir, pues cada día son más los pequeños que no se lo saben o si lo saben lo cantan de memoria sin entender de bien a bien la esencia de lo que ahí se dice. Y que entre la gran mayoría de los mexicanos (se engloban ambos géneros) de todas las edades, lo único que se saben y cantan es lo que se acostumbra en la mayoría de los eventos en donde se autoriza su canto, es decir, el coro inicial, la primera estrofa y la cuarta para concluir con el coro inicial, quedando sin interpretar las dos estrofas intermedias que prácticamente poca gente nos las sabemos.

Según el Bronco, se debe eliminar la insinuación a la guerra que contiene nuestro HN; sin embargo, eso de Mexicanos al grito de guerra el acero aprestad y el bridón, se puede considerar como un llamado para defender la patria en caso de una posible invasión; y si bien ya hemos sido invadidos últimamente por inversionistas extranjeros, no se puede esto considerar como una invasión bélica. Y si en la primera estrofa menciona a el arcángel divino, que en el cielo tu eterno destino por el dedo de Dios se escribió, no va de acuerdo de bien a bien con el Estado Laico que nos rige como una República Democrática, y en el entendido de que hay libertad de cultos en nuestro país y por lo tanto una gran parte de la población no profesa la religión católica, por aquello de que en esta religión se menciona a los arcángeles, así se ha quedado porque en realidad no afecta en lo absoluto, pues es irrelevante, aunque sí se podría interpretar como que nuestra Nación tiene un origen divino sin involucrar en sí a religión alguna, sino un pensamiento prácticamente universal, de acuerdo al concepto de la divinidad que tenga cada quien.

Y en eso de Más si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa ¡oh patria querida!, que el cielo un soldado en cada hijo te dio; los estudiosos señalan que por ejemplo la palabra osare ya es poco usada en el léxico cotidiano por lo que para muchos niños es incomprensible. Sin embargo, habría que tener en cuenta que esos masiosares que con su planta han profanado el suelo mexicano, están aquí en forma de inversionistas mineros que han profanado nuestro suelo para sacarle todos los minerales posibles y que muchos de esos soldados que el cielo le dio a la patria trabajan ahí con salarios míseros y en condiciones infrahumanas, algo que también en cierta forma se contradice con lo mencionado en nuestro glorioso HN.

En la segunda estrofa que es prácticamente desconocida para muchos de nosotros, enfatiza la palabra guerra varias veces, y sí que incita a lo bélico y además la letra se torna sangrienta por demás cuando dice que: ¡guerra, guerra! Los patrios pendones en las olas de sangre empapad; y en la tercera estrofa da a entender una rendición de los mexicanos al señalar: Antes, patria, que inermes tus hijos bajo el yugo su cuello dobleguen, tus campiñas con sangre se rieguen. Y en la cuarta estrofa viene la consolación para los caídos: un sepulcro para ellos de honor.