HURACÁN PATRICIA Y EL VOLCÁN DE COLIMA

Por: Olegario Zamudio Quezada

28 / Octubre / 2015

Tengo un amigo vecino que es egresado de la UNAM de la carrera de Arquitectura, llegó a Tepic en los cincuentas y se le llamaba y reconocía por el nombre de Niño simplemente, hasta que un día con los años tuvieron la brillante idea de llevarlo al registro civil, esto para cambiarle el nombre de Niño por el de José Manuel Olvera.

Recuerdo una tarde, que subíamos block atareados a una segunda planta y nos refrescaba un aire que corría de no sé dónde, eso hacía que el trabajo fuera menos pesado, le dije al Olvera, que buen aire está entrando por la puerta de la cochera y me dijo que no era así, que esa tarde el aire venía desde de san Blas.

Dejamos de subir block, yo para cuestionarlo y el para contestar, eso como si necesitáramos hablar con las manos y por eso dejáramos de trabajar, me explicaba que por las mañanas el aire corre hacia el oriente y por las tardes hacia el poniente.

Que esa razón fue, uno de los motivos por lo cual, pusieron la ciudad industrial en ese punto de la Tepic, para evitar la contaminación a la ciudadanía. También me explicaba que en las tardes corre el viento del mar hasta el Matatipac entre las cinco y ocho de la noche, que si es bruma llega hasta la libertad, pega en el cerro de san juan por atrás, sube a la cresta e inmediato baja e irriga el valle del Matatipac.

También me explicó que ya como a eso de las diez de la noche, se modifica la dirección de los vientos, que estos corren hacia el lado norte de la ciudad, y que es por ello, que bellavista está por las noches contaminada con el smog que en el día emana la ciudad de Tepic.

Por estos motivos de su sapiencia en cuestiones de fenómenos meteorológicos, -que más creo que se lo ha dado la edad y no la escuela-, por esto me dirigí a él, para preguntarle de cómo pudo haber sucedido el milagrito del Huracán Patricia, que lo vimos cómo se desplazó a otros estados de la republica y que alcanzó venía con la categoría seis, según una ignorante diputada Nayarita.

Me confirmó Olvera, que efectivamente el huracán si venía con una fuerza de categoría cinco y que el miedo y previsión que vendieron por televisión si tenía razón, pues esa Patricia nos iba a dejar en un tris tras, con las patas pa arriba devastados, peor que lo que logro hacer el huracán Kena.

Pero el milagro ocurrió por la fortaleza y emisiones del volcán de Colima que hicieron efecto ivernadero, .al cruzar la Patricia este muro de aire caliente, se condenso y degradó, disminuyéndole espesor a esa masa densa que fue el huracán, provocando lluvias que luego no fueron torrenciales y huyendo el meteoro del territorio nayarita entre cerros verdes y el azul del cielo con menos intensidad, degradándose en su peregrinar hasta Jiuston Texas.

De ahí la importancia de los cerros y los volcanes en temporada de lluvias y de huracanes, pues estos, son factor de protección y seguridad a las grandes urbes de población, este resquebrajamiento quedará como estigma en las mentes de muchas personas, pensando y adjudicándoselas a mil cosas quizás.

El huracán y su naturaleza es lo que menos importa ahora, lo más importante es la naturaleza que fue de nuestra condición humana frente a este meteoro, nuestra actitud al recibir la noticia, el recogimiento familiar solidario a tiempo, la previsión gremial y personal, fue una condición de valentía y por ello concluir que ni este ni otros huracán nos pueden vencer.

Nunca como antes, las familias estaban reunidas, nunca como antes los vecinos abrieron la puerta de sus casas para convertirlas en refugio de protección, sustento y fortaleza vecinal, los nayaritas más que nunca estuvieron unidos en torno al seno familia, entendiéndola e interpretándola esta, como una actitud y no propiamente sanguínea, pues.