Sentencias de los jueces construyen espacios de convivencia y paz social: magistrado Madero Estrada

*Independencia y ética, imperativos indisolubles, indicó en acto cívico presidido por Enríquez Soto

10 / Noviembre / 2015

Los jueces, al dictar los fallos, generamos confianza colectiva, porque las sentencias no solo son piezas formales del ordenamiento jurídico sino un vehículo social para construir un espacio de convivencia y paz; de ahí que los juzgadores debemos abstenernos de todo comportamiento, acto o manifestación que altere la confianza en nuestra imparcialidad e independencia.

De esta forma se expresó el magistrado de la Sala Constitucional-Electoral, José Miguel Madero Estrada, en el acto cívico mensual de las y los servidores judiciales, encabezado por el presidente del Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura, doctor Pedro Antonio Enríquez Soto.

Al referido acto asistió como invitado el comandante de la Décima Tercera Zona Militar, general de brigada Miguel Andrade Cisneros, y ahí el magistrado Madero Estrada indicó que la independencia judicial es el hilo conductor de los principios éticos y su principal manifestación es la actitud del juzgador frente a influencias extrañas al derecho.
Tales Influencias son —precisó— tanto las provenientes del sistema social o de las partes en los procesos sometidos a su potestad, o las originadas en el círculo del propio juzgador.

Ante personal jurisdiccional y administrativo congregado en el exterior del edificio del Tribunal Superior de Justicia, Madero Estrada manifestó que la impartición de justicia, al igual que las asambleas legislativas y la administración pública, es un pilar básico en la construcción de la democracia. Es inimaginable que un país que funciona democráticamente coexista con una justicia mal impartida, corrompida y parcial, llena de intrigas y sospechas.
El magistrado Madero Estrada dijo asimismo que ante la falta de reformas legales en la materia, los propios juzgadores pueden contribuir a poner al día los principios éticos de su función, para lo cual —agregó— es oportuna la creación de un comité o de una autoridad a la cual los jueces podamos dirigir consultas que sirvan para incentivar el funcionamiento del despacho judicial en beneficio de los usuarios de la justicia.

Precisó además que la judicatura local cuenta con servidores públicos altamente capacitados, que constituyen un recurso humano honrado, responsable, sensible, que sabe conciliar su trabajo al servicio de las personas.

El orador añadió que en un entorno democrático basado en el ejercicio de los derechos humanos, tanto el gasto como las políticas públicas deben dirigirse a fortalecer el aparato de justicia, pues con ello se fortalece a la sociedad.

Magistrados, jueces de primera instancia, secretarios de estudio y cuenta, secretarios de acuerdos, personal de órganos internos del Consejo de la Judicatura, entre otros servidores públicos, asistieron a rendir honores a la Bandera, con la participación de la escolta del Poder Judicial y la banda de guerra del 86º Batallón de Infantería. Alumnos de la Univer también hicieron acto de presencia.

La secretaria de estudio y cuenta de la Sala Constitucional-Electoral, Arley Jiménez Vasavilbazo, dirigió el juramento a la Bandera, mientras que Pablo García Yáñez y Óscar Gutiérrez Agüero, quienes desempeñan la misma función en ese órgano jurisdiccional, dieron lectura a las efemérides de noviembre. La oficial judicial Dina Airalih Salinas Gómez tuvo a su cargo la conducción de programa.