CON PRECAUCIÓN: La mecha se acorta

Por Sergio Mejía Cano

11 / Noviembre / 2015

En algunos medios impresos locales se informa que por lo menos 100 maestros están a punto de perder sus plazas por no haber presentado evidencias para hacer el examen de permanencia. Sin embargo, en la misma nota, el señor Efraín Moreno Arciniega, representante de la SEP en el estado, afirma que se tendrá que averiguar el porqué incurrieron en dicha falta esos maestros, y que de tener una buena excusa podrán efectuar dicho examen, pero que si no tienen alguna justificación, pues son los que podrían estar en riesgo de perder su plaza magisterial.

El conflicto con el magisterio se agrava más cada día, y no nada más a nivel local, sino nacional y más, en la zona sur de la república mexicana, específicamente en el estado de Oaxaca, aunque en el de Guerrero al parecer llevará mucho tiempo para que se aplaquen las protestas de los estudiantes de las escuelas normalistas rurales, problema que se podría extender hacia las demás escuelas, en el entendido de que los maestros que están en funciones, se aboquen a apoyar a los normalistas y con ello originen un paro de labores; y también probablemente, se extienda ese apoyo hasta Oaxaca. Y si aquí en Nayarit, a esos maestros que hoy están siendo amenazados con perder su plaza si no sustentan el examen de permanencia, y como es muy posible que lo mismo suceda en otras entidades del país, entonces se podría generar un apoyo generalizado para los que se estén quedando sin su plaza de trabajo; así que este lío podría crecer como bola de nieve y se convierta en algo imparable en el corto y mediano plazo.

Y si a este problema le aunamos que hay mucho descontento en el campo y en la clase trabajadora, pues no sería muy aventurado decir que cada vez se acorta la mecha para un posible estallido social, en caso de que su unieran estas fuerzas de descontento en señal de protesta por no haber visos de un arreglo conciliatorio. Porque además, ahora se ha corrido el rumor que para el próximo ciclo escolar ya no habrá libros gratuitos para la educación básica, pues causarán un costo más para los padres de familia, y es obvio que esto no va a gustar nada a dichos padres por significar un gasto más para su depauperado bolsillo. Y en todo caso, a sabiendas que los libros de texto que reparte el gobierno contienen infinidad de errores de todo tipo, pues entonces los maestros van a pedir libros más caros pero más verosímiles en su contenido, que tendrán que adquirir los papás y mamás en las librerías, pero no sin protestar o en todo caso tal vez hasta sin comprarlos precisamente aduciendo su falta de poder adquisitivo.

Mucho se ha hablado sobre la evaluación del magisterio, y por lo mismo ha surgido la pregunta pertinaz pero atinada, de que quiénes son los que califican dichos exámenes, que si tienen la capacidad y calidad moral para hacerlo y en todo caso, mucha gente se cuestiona si acaso ya se le hicieron también los exámenes a dichos evaluadores o a los que elaboraron las preguntas a responder por los maestros e evaluar. Y se insiste en la duda de por qué nada más a los maestros, porque si de evaluaciones a evaluaciones vamos, entonces habría que evaluar a todos los profesionistas del país sobre todo a los abogados, pero más a los políticos que ganan más que cualquier profesionista emanado del pueblo.
Y si en verdad quiere ser justo el actual gobierno federal, que evalúe también a los médicos del Sector Salud, y así se comprobará que no nada más son los maestros los que supuestamente andan mal, sino que infinidad de profesionistas en varios rubros no están completamente actualizados en los avances que ha tenido su carrera profesional, que muchos se han quedado estancados por el hecho de sentirse seguros en su trabajo y que nada los moverá de ahí hasta que salgan pensionados.

Pero volvemos a lo mismo: ¿quiénes serían los evaluadores para calificar algo si no han sido evaluados ellos mismos de antemano?

Varios maestros coinciden en que no están de acuerdo cuando se dice que ganan mucho, pero reconocen que sí hay algunos que ganan un dineral, pero que son los que están comisionados por su sindicato o que andan en la política y esto porque se despachan con la cuchara grande asignándose varias plazas u horas de servicio sin efectuarlas y aparte de ganar sin ejercer su oficio de maestro, también ganan como comisionados sindicales o como políticos, pero esos son a los que les ha hecho justicia la Revolución, porque a los de a pie, nada de nada, aparte de la amenaza de quedarse sin chamba.