CON PRECAUCIÓN: Tres debates en ciernes

Por Sergio Mejía Cano

12 / Noviembre / 2015

Parece increíble que mucha gente esté tomando el asunto de la mariguana como si fuera una droga que acaba de aparecer o se acaba de descubrir hace menos de un mes y que crean o piensen que si se legaliza destruirá a medio mundo, sobre todo a las nuevas generaciones; siendo que la mota, desde hace muchos años ha sido investigada científicamente y por lo mismo, publicaciones serias han determinado que es más benéfica que perjudicial.

Todo lo bueno que hay en el mundo, en exceso también hace daño. Las religiones pueden ser muy buenas, pero quien se fanatiza, es muy probable que se perjudique mentalmente más que si consumiera la peor de las drogas, porque su mente se cierra a tal grado que al creer que tiene la verdad absoluta, ya no acepta más opiniones que las que las que se encasillaron en sus meninges.

Es inconcebible que haya adultos mayores que tuvieron cierta relevancia en el mundo político, del deporte o del espectáculo, que opinen que de legalizarse el zacatito vacilador se vendrán en cascada miles de adictos a la cannabis; de los personajes de la política que de inmediato se oponen a su legalización, es evidente su postura, pues están tomando en cuenta la línea dictada de antemano por el presidente Enrique Peña Nieto, de que no acepta su legalización y para taparle el ojo al macho, ha dicho que está abierto al debate sobre este asunto, cosa que desde luego da a entender que toda encuesta que se haga, saldrá por fuerza con un no rotundo para la legalización de la mota, es decir, con la posibilidad de dar cifras amañadas para no incomodar al señor de Los Pinos, y así dar a entender a la opinión pública que Peña Nieto tenía razón al negarse a su legalización.

Según el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, tendrá que haber tres debates antes de llegar al Congreso de la Unión la discusión sobre la legalización de la mariguana, siendo primeramente con especialistas, académicos y otras organizaciones para luego llegar al Congreso. Y he aquí el meollo del asunto, pues se requiere que entre esos especialistas y académicos, haya científicos, analistas e investigadores neutros, que no dependan de ninguna orden de gobierno; igual en las organizaciones, que si las hay de carácter religioso, también las haya más proclives a lo científico que a las creencias humanas.

Se requiere que haya investigadores y científicos que no pertenezcan a ninguna institución gubernamental, para que se debata de bien a bien sobre lo bueno y malo de la mariguana, ya que a lo largo de los años se han dicho muchas cosas que ahora, quienes están en el poder afirman que no son ciertas, contradiciendo el orden mundial porque en otros países más desarrollados tanto sus gobernantes como la mayor parte de su sociedad, tienen otro esquema sobre lo que ocasiona en realidad la mota y por lo mismo, han aceptado abiertamente que contiene cualidades curativas, tal y como ya lo sabían nuestros ancestros incluso desde mucho antes de la llegada de los europeos a este continente hoy llamado América.

Que si al legalizar el consumo de la mariguana con fines recreativos y lúdicos en nuestro país aumentará considerablemente el número de adictos, es una vil falacia, porque ¿qué acaso todos los mexicanos somos alcohólicos consuetudinarios? Esto obviamente es una cuestión personal, porque cada quien elige su propio destino. Una persona que consume alcohol, no por eso ya está perdido en el alcoholismo. Hay bebedores sociales que toman una o dos copas en alguna reunión o evento, los hay quienes acostumbran embriagarse cada fin de semana pero el resto nada de nada; y claro que están los que poco a poco pierden el piso llegando a hacer su san lunes por habérseles pasado las cucharadas y a media semana requieren de más licor y luego ya diario hasta convertirse en ebrios consuetudinarios y algunos con tan mala suerte que ya no pueden parar yendo a dar a la banda del botecito o el escuadrón de la muerte. Igual, desde siempre ha habido personas que fuman mariguana, que se la untan o que la aspiran, pero se podrían considerar personas normales porque socialmente no dan la apariencia de que sean mariguanas; y por supuesto que están también los que en el hablar y por su aspecto se les nota que son drogadictos no nada más de motita, sino hasta de otras drogas.
Es poco probable que de legalizarse la mariguana –que ya está legalizada por la misma Naturaleza desde siempre- de la noche a la mañana aumente el número de consumidores. Hay gente abstemia por convicción.