CON PRECAUCIÓN: Pasiones encontradas

Por Sergio Mejía Cano

18 / Noviembre / 2015

Los lamentables hechos ocurridos recientemente en París, Francia, han despertado pasiones encontradas en varios sectores de la población mexicana, unos justificándolos y otros denostándolos y otros más tomándolos con indiferencia aduciendo que ni les va ni les viene; sin embargo, también hay gente que dice que nuestro país sí podría estar en riesgo, y más ahora que nuestro gobierno federal ha sido obligado por el Tío Sam a que nuestras fuerzas armadas participen en las llamadas fuerzas de paz denominadas como cascos azules que, en cierta forma se podrían considerar como una invasión al país en donde se presenten sin ser invitados y aún más, porque con esto se da la evidencia absoluta de que México es un aliado más del gobierno gringo, a quien ha amenazado el Estado Islámico (EI), así como a sus países aliados.

Y si bien los franceses han tomado venganza de inmediato, y gran parte de la opinión pública mundial los apoya, ahora en las redes sociales han aparecido informaciones respecto al porqué de la fijación en contra de Siria y el porqué le conviene a los aliados occidentales apoderarse de esa zona por completo, especialmente de Siria, país que hasta antes de la primera guerra mundial no existía como tal, y de acuerdo a estas informaciones en las redes, Siria ocupa un lugar estratégico por contar en esa zona del medio oriente con una salida al Mar Mediterráneo, y si bien los rusos tienen ahí una base militar y hasta hace poco tiempo tenían una buena relación con el presidente sirio Bashar al-Asad, al parecer ahora ya les estorba tanto a los mismos rusos como a las demás naciones occidentales que tienen el ojo en esa zona estratégica, verbi gratia: los gringos sobre todo.

En lo particular, en cuanto me enteré de los atentados en París, no sé por qué de inmediato se me vinieron a la mente Pearl Harbor y las torres gemelas. Pearl Harbor, porque hasta poco antes del ataque de los japoneses a ese puerto en Hawái, según está documentado, el pueblo estadounidense no quería tener nada que ver con la guerra que se desarrollaba en el continente europeo, que prácticamente era generalizado el clamor popular de que los Estados Unidos no tenían nada que ver en aquel conflicto; sin embargo, se dice que al día siguiente del ataque, las oficinas de reclutamiento estaban atiborradas de jóvenes que clamaban venganza y por supuesto, darles su merecido a los nipones; que las filas de jóvenes que consideraban como una infamia ese ataque eran interminables. Y por cierto, en los libros de historia serios que hablan sobre el ataque a Pearl Harbor, se afirma que los japoneses jamás pronunciaron después del ataque sorpresa esa famosa frase de: Hemos despertado a un gigante dormido; pero en realidad sí que lo despertaron, pues ahora ese gigante se quiere adueñar del mundo entero, ya que luego de la segunda guerra mundial, los gringos por su cuenta se siguieron con Corea, luego con Vietnam y ahora en oriente medio.

El derribo de las torres gemelas en Nueva York aquel fatídico 11 de septiembre de 2001, les sirvió de pretexto a los gringos para invadir Afganistán y posteriormente Iraq y luego seguir con Libia. Pretexto parecido al que ahora toman los franceses para lanzarse con todo contra Siria, lo malo es que al parecer no nada más atacando bastiones militares del EI, sino que como siempre, están pagando justos por pecadores, es decir, población civil que ya no sabe para dónde hacerse pues ha quedado atrapada entre varios frentes agresores, porque por un lado se dice que su mismo gobierno los está reprimiendo si se ponen del lado de los disidentes, y por el otro esos mismos disidentes que se dice lanzan ataques sin ton ni son; y ahora recibiendo metralla también de los franceses y posiblemente de otras potencias aliadas de los gringos. Esto desde luego se sabe, cierto o no, a través de las redes sociales, por lo que se sospecha que precisamente por eso se quiere o se pretende tener más control del internet, para que no contradiga a la información oficial de las naciones occidentales en que principalmente señalan como los malos a quienes son invadidos y agredidos y que lo único que hacen es defenderse, defensa a la que se le llama ahora terrorismo, que no es nada más que el grado extremo de las protestas de los pueblos pisoteados de siempre.

Pero en realidad, los mexicanos tenemos nuestros propios conflictos y muy serios en cuanto a violencia se refiere por los que tendríamos que preocuparnos más primeramente, antes que del resto del mundo.