Visión Política: Cientos de campesinos nayaritas no pudieron iniciar el ciclo agrícola otoño-invierno.

Por: Edmundo Virgen

20 / Noviembre / 2015

Dirigentes campesinos en el estado hace unos días aseguraban que el 20 de noviembre era la fecha límite para que los agricultores de la costa de NAYARIT iniciarán los trabajos para arrancar con el ciclo agrícola otoño-invierno, por que de lo contrario, de no hacerlo, no habría cosechas y en consecuencia se perdería la temporada agrícola, lo cual sucedió en forma inevitable debido a varias razones; una es que los productores están totalmente descapitalizados, no tienen dinero para sembrar sus tierras, aparte de que muchos de ellos están muy endeudados, ya sea con la banca, con agiotistas o con las cajas de crédito.

Y si a esto le sumamos que en los municipios del norte cientos de hectáreas siguen estando inundadas a causa de las lluvias atípicas que se presentaron en el mes de octubre, la situación se torna más complicada, toda vez que esto significa que lamentablemente al estar por concluir el presente año habrá mucho desempleo en la zona rural, especialmente por la gran cantidad de tierras de cultivo que permanecerán sin poder sembrarse por falta de dinero. Estando así las cosas, con este panorama desolador, definitivamente miles de campesinos NAYARITAS pasaran unas amargas fiestas de navidad, puesto que al no haber trabajo en el campo, en los hogares habrá escasez de dinero para poder adquirir los bienes de consumo más elementales y propios de la temporada navideña.

Los juguetes, la ropa, el calzado, las bebidas etílicas, y los alimentos típicos de la temporada, para muchos será imposible poder adquirirlos por la pobreza y la mendingues que se percibe ya no solo en la zona rural, sino hasta en la zona urbana donde se aprecia la presencia del flagelo de la miseria en miles de hogares de los trabajadores, sobre todo en aquellos donde el jefe de la familia y sus miembros forman parte del ejercito de desempleados, cuyas cifras todos los días crece enormidades sin que al estado se le ocurra establecer programas de empleo temporal que contribuyan a reactivar la economía de los pueblos que son agobiados por severas crisis económicas.

Debido a este negro panorama que ya se puede apreciar en el campo NAYARITA, el éxodo de habitantes de la zona rural, hacia las zonas urbanas se empieza a presentar, a la vez que la migración hacia el vecino país del norte se duplica y todo por la falta de oportunidades de empleo en esta entidad, donde nada mas en las escuelas del nivel superior privadas y del estado egresan varios miles de jóvenes que al intentar colocarse en el mercado laboral se dan cuenta que el empleo no existe y solo aquellos que tienen buenas influencias logran acomodarse en la administración pública estatal o municipal, mientras que el resto al no encontrar opciones se dedican al comercio ambulante y otros por la urgencia de llevar dinero a sus hogares optan dedicarse a delinquir.

Esta es la cruel realidad que todos los días se vive en NAYARIT, donde solo los políticos encumbrados que despachan como regidores, diputados o funcionarios municipales o estatales, devengan enormes sueldos, mientras más de la mitad de la población no tiene trabajo, en tanto los que tienen alguna ocupación en el insignificante aparato productivo estatal ganan sueldos de hambre, como sucede con la armadora de partes automotrices Sumitomo que aparte de tratar a los trabajadores como si fueran esclavos, les ofrece salarios de $100.00 por una jornada laboral de 8 horas. Por estas razones es que la calidad de vida entre las familias trabajadoras cada vez empeora en el estado, mientras que al amparo del poder la clase política estatal sigue amasando grandes fortunas.