REDESCUBRIENDO: Tu Amigo el Dinero.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

03 / Diciembre / 2015

La metáfora conocida como tiempo de vacas gordas y tiempo de vacas flacas es tomada de la historia bíblica de José. Este joven era hijo de Jacob y Raquel, su hermano menor se llamaba Benjamín. Tenía diez hermanos más, que en realidad eran sus medios hermanos, quienes no veían con buenos ojos al joven consentido del patriarca. Por tal razón, estos decidieron vender a su hermano como esclavo. Por azares del destino José llega a Egipto para fungir como esclavo de Faraón. En su estancia dentro del reino egipcio la corte del faraón detecta los talentos administrativos y las competencias de estadista que José poseía. Después de haber pasado dos años en prisión por una acusación injusta, se ganó la confianza de Faraón gracias a que pudo descifrarle un sueño, el cual transcribimos a continuación: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia que pacían en el prado. Y que otras siete subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; y éstas entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiesen entrado, porque la apariencia de las flacas era aún mala, como al principio. Y yo desperté. Vi también soñando, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del viento solano, crecían después de ellas; y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas; y lo he dicho a los magos, mas no hay quien me lo interprete.

El sueño perturbaba mucho a Faraón. No había sabio ni mago en todo el reino que pudiera darle una respuesta satisfactoria. José resuelve el enigma: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va hacer. Las siete vacas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. La advertencia era clara: siete años de abundancia y siete años de escasez. Ante el eminente desastre económico que se veía venir, y que Faraón supo con siete años de anticipación, éste decidió tomar precauciones. Una de ellas fue invitar a José como administrador de los recursos de todo Egipto, para evitar la hambruna y el caos derivado de ella dentro del reino. José, como buen judío, supo manejar la economía aplicando algunos principios básicos que le resultaron a la perfección.

Acciones prudentes ante la escasez: el ahorro y la administración.

Por siglos, el pueblo hebreo se ha caracterizado por saber administrar sus recursos. Sin duda, hoy por hoy siguen a la vanguardia en cuestiones económicas. Son conocidos por su talento para producir ingresos mayúsculos, además de ser industriosos, trabajadores y esforzados. La sabiduría práctica y el conocimiento de la vida cotidiana en el campo de la administración de los bienes que ha poseído el pueblo judío, data desde los tiempos del rey Salomón. En uno de sus escritos, el sabio rey describe con gran precisión las tareas preventivas de un grupo de insectos: Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

La previsión de la hormiga es evidente. La sabiduría antigua y moderna del pueblo judío incluye está virtud cuando se trata de asuntos económicos. Así, el nuevo gobernador-administrador de Egipto, el reino más poderoso de la época, aplica este principio para revertir los efectos contrarios a la escasez:
Era José de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.

En el pasaje anterior se establece con claridad la aplicación del principio más eficaz para la administración inteligente: la previsión, esto es, la acción de anticiparnos a los acontecimientos desastrosos para evitar que la tragedia sea mayor; llamado también plan de contingencia. Adquiere el hábito del ahorro. El ahorro es muy importante, ya que te permite tener un colchón para posibles eventualidades o emergencias inesperadas. A mí me gustaría ahorrar; pero no puedo, nunca me alcanza la quincena. Empezar ahorrar SÍ ES POSIBLE. Se requiere una dosis de fuerza de voluntad, pensar a futuro y controlar el impulso de las compras innecesarias. Para facilitarte este proceso, El Centro de Enseñanza para el Desarrollo de Habilidades (CEDEH) está organizando el curso-taller titulado: Tu Amigo el Dinero. El sábado 5 de diciembre a las 9:00 de la mañana. En el Hotel Las Palomas. Informes y Registro a los al teléfono 169 20 03 o al WhatsApp 311 136 89 86. Cupo Limitado. PROMOCIÓN ESPECIAL 50% DE DESCUENTO. Hasta la próxima.