LIBRE PENSAMIENTO: JULIO CASILLAS LARIOS, PERSONAJE NAYARITA

JULIO CASILLAS BARAJAS

05 / Enero / 2016

Este sábado 2 de enero falleció en su casa del Fraccionamiento ‘Amado Nervo´ de esta ciudad, mi tío Julio Casillas Larios, considerado pionero de la actual pintura nayarita al lado de extraordinarios artistas como Santiago Rosas y Emilia Ortiz, entre otr@s.

Por ello se cataloga como de los iniciadores de la llamada Plástica Nayarita, que agrupó a un grupo importante de creadores, como pintores, escultores y grabadores jóvenes y veteranos nayaritas y provenientes de otras entidades pero radicados en nuestra entidad y preocupados por generar nuevas propuestas cada uno en su especialidad.

Julio Casillas Larios participó al lado de la propia Emilia Ortiz, Víctor Sánjer y de pintores jóvenes como Vladimir Cora, Juan Lamas, Pedro Casant, Benigno Amezcua, Rodolfo Amezcua del Río, entre otros, en diversas actividades que marcaron el ritmo de la actividad pictórica, escultórica o fotográfica de Nayarit.

Mi tío nació el 9 de enero de 1925 en Ahuacatlán, Nayarit, la tierra donde también vio la primera luz (así se dice en las notas de sociales) mi padre Alberto Casillas Larios, su hermano. O sea, Julio estaba a 7 días apenas de cumplir los 90 años.

Los biógrafos de Julio Casillas Larios señalan que a la edad de trece años se traslada a la Ciudad de México en donde estudia secundaria y preparatoria, al tiempo que asiste como oyente a algunos cursos y talleres en la Academia de San Carlos, motivado por el gran interés que despertó en él la pintura y el dibujo desde niño.

De regreso a Tepic en 1947 continúa su actividad pictórica, misma que combinó con labores para su sostenimiento económico que incluyeron la de auxiliar en el conocido Estudio Fotográfico Rivera; además, fue rotulista de una empresa cervecera en el sur de Sinaloa y el norte de Nayarit, así como dibujante de Tránsito Estatal, donde hacía los señalamientos viales ante la ausencia de la actual mercadotecnia o establecimientos modernos de impresión. Él hacía las señales de la ciudad y de las carreteras, a puto pulso.

También fue escalando puestos en Tránsito hasta llegar a Director de la institución, paso a paso, al igual que lo fue mi padre Alberto Casillas Larios cada uno en épocas y circunstancias distintas.

A cierta edad mi tío decidió alejarse de los reflectores para continuar su vocación y estilo en su carrera plástica que lo mismo incluye muralismo, retrato, reproducciones de cuadros de artistas renacentistas, holandeses, británicos y mexicanos de principios del siglo veinte, que pintura religiosa.

Uno de los aspectos en lo que sobresalió fue en la pintura étnica, particularmente, personajes en solitario o en conjunto de la etnia wirrarika o huichol, tema por el que la mayoría del público conoce a Julio Casillas Larios como artista.‎

PRECURSOR DE LA MERCADOTECNIA POLÍTICA

Igualmente, quizá algunos recuerden, Julio Casillas Larios se encargó durante muchos años de pintar monumentales lienzos de manta para acrecentar la carrera política de gobernadores, diputados, senadores, alcaldes y hasta de presidente de la república. Hacía carteles, murales pintaba bardas con frases de campañas políticas o con los rostros de los candidatos. Estaba lejos la era digital computarizada y él la suplía con creatividad e innovación, a su manera.

Recuerdo que utilizaba para las caras de los aspirantes, fotografías diminutas que cuadriculaba y luego transportaba con su pincel con suma habilidad y precisión a los grandes lienzos para amplificarlas de forma tal que lucieran y fueran reconocidos por los auditorios.

SABÍA ANTES QUE LOS POLÍTICOS LOS NOMBRES DE LOS CANDIDATOS

Muchas veces, dado el laborioso trabajo que se requería, Casillas Larios se sabía desde antes que la misma gente y la clase política, el nombre de quienes serían candidatos y, en secreto, tras bambalinas, le encargaban los jerarcas partidistas que fuera elaborando la propaganda respectiva. Como sabía guardar muy bien los secretos, a la hora que se sorprendía con los ‘destapes’ Casillas Larios ya tenía elaboradas las mantas, carteles y demás elementos de publicidad política. Se anticipaba a los anuncios para poder trabajar pero no divulgaba datos a nadie.

Se fue un grande personaje de nuestra época, un ser humano inigualable que, como tal, tuvo aciertos y errores, altas y bajas, pero supo enfrentar los retos de la vida con alegría, con risas, con entusiasmo, saboreando cada momento que se le presentó dejando su huella imborrable a su paso, su legado cultural y artístico que debe ser admirado y reconocido.


HASTA LA VISTA, JULIO CASILLAS LARIOS.