CON PRECAUCIÓN: Escena patética

Por Sergio Mejía Cano

11 / Enero / 2016

Si bien este nuevo teatro mediático sobre la supuesta recaptura de Joaquín Guzmán Loera, más conocido a nivel mundial como El Chapo, le ha atraído beneplácitos del gobierno gringo y de otras partes del mundo al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a nivel pueblo le ha salido contraproducente, porque el escepticismo crónico que padece gran parte de la ciudadanía no se hizo esperar al lanzar infinidad de críticas en las redes sociales e incluso, en páginas de internet, en donde analistas serios desmenuzan con pinzas todo lo relacionado con este caso.

Patética, a mi ver, la escena protagonizada en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores por el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, al leer un mensaje del presidente Peña Nieto informando sobre la captura del supuesto narcotraficante, patética porque da la impresión de estar siguiendo un burdo guión de una mala película, pues después de leer el mensaje y bajo una ola de aplausos del público conformado por embajadores y cónsules se abraza y felicita con los demás asistentes entre los que se encontraban la secretaria de turismo Claudia Ruiz Massieu, así como tanto el secretario de la Defensa como el de Marina, todo como algo ya preparado de antemano; pero lo peor es que posteriormente entonaron el himno nacional mexicano tal y como si se acabara de descubrir la vacuna definitiva contra el cáncer o se hayan acabado de una vez y para siempre la corrupción y la impunidad en el país.

¿Qué pecado habremos cometido los mexicanos para que se insista sistemáticamente en insultar nuestra inteligencia a cada rato? Porque precisamente los encargados de acrecentar el escepticismo en gran parte de la población, han sido precisamente las mismas autoridades con tantos montajes mediáticos que con el tiempo se caen estrepitosamente haciendo que esa parte de la ciudadanía se haga cada día que pasa más incrédula poniendo en duda todo lo que se informa por parte del mismo gobierno.

Como ahora está sucediendo en que las mismas palabras del presidente Peña Nieto de que esta supuesta captura ha sido el resultado de un gran trabajo de inteligencia por parte de las autoridades correspondientes, han quedado en entredicho por el parte de la Marina que en un primer momento informó que gracias a una llamada anónima reportando gente armada en un domicilio en Los Mochis, Sinaloa, se había armado un operativo para ver qué pasaba. Y así ha de haber sido, porque según se ha documentado, en la mayoría de todas las aprehensiones de supuestos integrantes del crimen organizado, se deben a llamadas anónimas; y lo que echa más por tierra lo declarado por Peña Nieto, es que se dice que la Marina iba sobre otro criminal y no precisamente por el Chapo, quien al parecer cayó de rebote y sin que lo esperaran. Pero ¿en verdad es el verdadero Chapo o es el mismo actor que presentaron aquella vez en Mazatlán, Sinaloa? Porque queda claro que este Chapo que vuelven a presentar como recién apresado, no tiene nada qué ver con aquél que presentaron aquella vez en 1993 y que declaró ante los medios que era agricultor; por lo que se intuye que si hay muchos Aburtos, también debe haber muchos Chapos, ¿por qué no?

Y todavía más peor resulta esta noticia para la población, sin haberse resuelto lo de la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, el fusilamiento de Tlataya en el estado de México ni la matazón en Apatzingán, Michoacán y un largo etcétera de asuntos sin resolver, pero más la economía que sigue en declive lo mismo que la salud y la educación.

Lo que sí debe quedar claro es que ¿en qué nos beneficia o perjudica a la población en general si atrapan narcotraficantes? Todo sigue igual. Cayeron Miguel Ángel Félix Gallardo, don Ernesto, Caro Quintero, García Ábrego y un largo etcétera de dizque gente ligada al narcotráfico, ¿y? ¿Acaso cambian las cabezas para que todo siga igual?

Salvo en que está prohibido el consumo de la mariguana, el peyote y otra clase de estupefacientes, ¿en qué se diferencia un capo del narcotráfico con los dueños de las grandes fábricas de tequila de cerveza y otras clases de licores? ¿Con los de las grandes compañías tabacaleras? Se dice que todos sus productos pueden llegar a ser nocivos para la salud, pero para el caso viene a ser lo mismo: perjudicar la salud de quienes se excedan en el consumo de esos productos. Los productos están a la venta, y allá cada quien que los consuma de acuerdo a su propio gusto.