CON PRECAUCIÓN: No hay agua

Por Sergio Mejía Cano

13 / Enero / 2016

Las filas para pagar el predial son mucho más largas que las que se hacen para pagar el agua en las instalaciones aledañas al edificio del Palacio Municipal, aquí en la capital nayarita, y se entiende lo anterior debido a que mucha gente aduce que por qué tiene que pagar por prácticamente puro aire que le llega en vez de agua. Le pregunta uno de los tres cajeros encargados del Siapa a un usuario que está delante de mí, que si va a pagar todo el año, a lo que el usuario le responde que no, que cómo cree, porque aparte de que no le quieren descontar nada, la mayoría de las veces no cae ni gota de agua.

Eso de estar sin agua sí que está del cocol, es horrible estar varios días sin que caiga una gota. En las inmediaciones de la estación del ferrocarril, como el fraccionamiento Simancas, así como un gran sector de la zona centro como por ejemplo de la calle Prisciliano Sánchez a la vía férrea, incluyendo la calle Guerrero, Lerdo, Hidalgo, Zapata, Morelos y Allende y posiblemente más allá está sin agua está sin el servicio de agua desde el pasado sábado 09 del presente mes de enero. En dicha zona si bien cuando escasea el agua es porque baja la presión de la misma y para quienes no tienen aljibe, el agua no alcanza a subir a los tinacos, pero de ahí no pasa, ya que en la conocida llave de paso siempre había caído; sin embargo, ahora hasta de la llave de paso se agotó, no sale ni una gota.

Desde luego que las especulaciones no se hicieron esperar con los vecinos, conocidos y personas que viven en el entorno a esta zona, según algunas personas, dijeron que tenían conocimiento de que estaban arreglando el pozo que abastece este sector, que estaban cambiando unas válvulas, otros más adujeron que se había cortado el flujo del vital líquido porque al haber empezado los trabajos de la calle Ures, se cortó de tajo el suministro de agua al taponar los ductos que bajaban hacia la vía del ferrocarril. Pero como sea, ya son muchos días sin agua si es que es nada más cuestión de una reparación del pozo determinado, porque aparte de ser un trabajo necesario, este se debe hacer con la mayor prontitud posible para no dejar sin agua a una buena parte de la población; y si se cortó la corriente de agua por los trabajos de la repavimentación de la calle Ures, como se informó que será por lo pronto de la avenida Insurgentes a la Allende, antes de cortar tubos y mangueras, se debió prever el no dejar sin agua a los de más allá, y menos tantos días, porque según las especulaciones de los afectados, es probable que la falta de agua se prolongue aún más días; y los más acelerados afirman que a lo mejor se normaliza el que vuelva a haber agua hasta que se terminen los trabajos de la calle Ures. ¡Ah, jijo!, pues de ser así, sí que estaría más grave el asunto de lo que se estima entre los afectados. El problema no sería tanto el lavado de ropa en sí, sino el aseo personal, de los trastes también; y si bien habrá quien diga que hay desechables, pues se lesionaría la economía de buena parte de los afectados, por como están las cosas en cuestión de finanzas caseras.

Desde luego que no faltó la voz que atribuyó que esta falta de agua se alargará debido a que se van a echar la bolita entre sí el gobierno municipal como el estatal, debido a que si es por los arreglos del pozo, las baterías se enfocarán sobre el Siapa por tardarse tanto tiempo en reparar dicho pozo; pero tal vez el municipio responda achacándole la culpa al gobierno estatal aduciendo que la red de agua potable estaba funcionando óptimamente y que la dañaron con los trabajos de la repavimentación de la calle Ures. De ser así, de que el municipio alegue que todo estaba bien hasta antes de comenzar los trabajos de la Ures, y de que el gobierno estatal responda con que no se afectó la red y que todo es a consecuencia de la falta de mantenimiento del pozo que abastece esa amplia zona, entonces es probable que sí se alargue el asunto de que esta vasta zona del oriente de la ciudad esté sin agua por más tiempo.

Y se intuye que quizá el asunto vaya para largo, debido a que ya se vieron algunas pipas con agua con la leyenda de Protección Civil, repartiendo agua la zona afectada, hecho que se agradece, aunque no se sepa de bien a bien quién las mandó; pero como siempre sucede, no todos los vecinos han recibido aún este beneficio de que les llegue una pipa con agua, quizá se esté haciendo lo posible porque se ve movimiento de Protección Civil ya.