CON PRECAUCIÓN: Especies mamíferas

Por Sergio Mejía Cano

15 / Enero / 2016

Desde la escuela primaria se nos dice o enseña que en el mundo existen tres reinos principales: el reino animal, el vegetal y el mineral; y que por ende la humanidad pertenece o se le clasifica dentro del reino animal, que es el que determina a los seres que tienen impulso propio. Y estos a su vez se determinan en vertebrados e invertebrados y con una forma de crianza sui géneris. Así que por ende se entiende que el ser humano está clasificado dentro de los vertebrados mamíferos.

Desde luego que algunos humanos no son amamantados después de su nacimiento por diversos motivos, ya sea porque su mamá no produce leche o por prescripción médica o en el peor de los casos por haber fallecido la madre al momento de dar a luz o por haber sido abandonados recién nacidos; sin embargo, la mayoría de la humanidad que anda cascareando en la canica (Gabriel Vargas dixit), ha sido amamantado ya sea por su propia progenitora o por alguna nodriza por equis circunstancias que dieron pie a ello.

Para lo mayoría de los seres humanos, si no es que para todos, aunque podría haber sus excepciones, es muy común ver que una mamá esté amamantando a su retoño, ya sea en el entorno familiar, así como en plazas o jardines, mercados o centros comerciales, en camiones de pasajeros e incluso hasta en restaurantes. Y a pesar de esto, aún hoy en día hay muchas personas que se sorprenden y algunas hasta se escandalizan al mirar la forma tan natural en que muchas mujeres se ponen a alimentar a su bebé en lugares públicos sin cubrirse la chichi que le están dando a su bebé, sobre todo mujeres que por lo regular pertenecen a alguna de las etnias autóctonas llamadas malamente, pero así está establecido, como indígenas; porque mujeres ya más urbanizadas hacen por cubrirse con una cobijita o cualquier clase de trapo cuando amamantan a sus niños, pero si no hay nada con qué cubrirse, de todos modos como tienen que alimentar a su crío, pues ni modo, ahí va su chichi, mi’jo. ¿Y esto tiene algo de malo, de grosero o de faltas a la moral y las buenas costumbres? Porque no se puede decir que el amamantar a un bebé en la vía pública sea un acto que se diga que va en contra de las buenas costumbres como ver a un varón orinando en la vía pública; para nada. Y si bien se considera mal visto y como una falta de respeto el que alguna persona orine en la calle y frente a quien vaya pasando a su lado, en sentido estricto de necesidades fisiológicas del ser humano, el orinar o defecar, así como sonarse la nariz, son actos pura y sencillamente ordenados por la naturaleza; nada más que como se nos han impuesto reglas urbanas en donde se nos señala qué es bueno y qué es malo, el simple hecho de mostrar partes que se nos dice tienen que estar ocultas a la vista de los demás, ya se considera como un acto soez y que por lo mismo, tiene que ser sancionado o castigado.

Una de las primera palabras que llegan a nuestros oídos es precisamente la de chichis, palabra que según la Real Academia de la Lengua Española, viene del Náhuatl y significa mama, por lo que se considera como una de las tantas palabras que han subsistido hasta nuestros días asimilándose al español; y la mayoría de los seres humanos hemos tenido más de una en nuestra boca. Y es tan común esta palabra que la oímos cotidianamente desde niños en nuestros hogares, ya sea porque la abuela, la tía, la hermana, la mamá, la suegra, el papá, el esposo o los hermanos u otros hijos de una señora que está amamantando a su recién nacido, al oír llorar a la cría de inmediato le dicen a la recién mamá que le dé chichi al niño porque a la mejor ya tiene hambre; y esto es uno de los actos que se podrían considerar como de los más sagrados entre la humanidad porque es lo que persevera a la especie, ya que la crianza de todos los que nos llegamos a criar es precisamente gracias al haber mamado chichi. Y según estudios, esto de haber sido amamantados desde el nacimiento hace que quienes así lo fueron sean más despiertos a la vida y más, quienes tuvieron acceso al calostro, líquido que es el que sale primero de las glándulas mamarias y que hacen que el bebé se proteja contra enfermedades mientras está lactando.

Existe una gran diferencia entre una mujer que vaya por la calle con sus chichis al aire sin recato ni pudor alguno, y una que está amamantando en la vía pública. Y aun así, si una mujer camina con sus glándulas mamarias descubiertas, en realidad no tendría nada de malo, pues hemos nacido desnudos.