Estado de los estados: Se hunde Pemex; se hunde Usted; se hunde México/ Desaparición de la paraestatal en puerta; despiden a miles

Por: Lilia Arellano

27 / Enero / 2016

El futuro se presenta muy claro si nos remontamos a la advertencia lanzada hace tres décadas y que hoy es una realidad: Se hunde Pemex, se hunde Usted y se hunde México. Se impone después de 30 años el mensaje que Joaquín Hernández Galicia, La Quina, le enviara a Miguel de la Madrid a través del dirigente formal del Sindicato petrolero, José Sosa. Los resultados de la reforma energética promovida por el presidente Enrique Peña Nieto y aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado de la República ya están a la vista: en 2015, Pemex adelgazó su plantilla en 11,000 plazas; en 2016, un total de 10 mil 533 trabajadores serán despedidos y sus plazas canceladas de manera definitiva. La quiebra de la otrora más importante paraestatal no está en camino, está presente.

Mientras en otros países como Italia, Holanda, Noruega, Hong Kong, Grecia, Dinamarca, Reino Unido, Turquía, Israel, Finlandia, Francia, Alemania, Suiza Bélgica Japón y Estados Unidos los automovilistas disfrutan de bajos precios de gasolina, porque se están abaratando debido a la caída de los precios internacionales de los hidrocarburos, en México, donde la mitad de la gasolina que se consume es importada, la única que gana es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

En estas mismas líneas, en nuestra anterior colaboración, le informamos que la calificadora estadounidense Moody´s colocó a Pemex en revisión para una rebaja de calificación y advirtió de un riesgo sustancial por una lenta recuperación de los precios del crudo, que sumaría presión sobre firmas, como la mexicana, ya golpeadas por una caída del 75 por ciento de los precios del petróleo. Este lunes, la mezcla mexicana terminó la jornada con una caída de 3.95% a un precio de 21.87 dólares, luego de que Irak anunció una producción récord de crudo en diciembre en un mercado que se encuentra sobre abastecido. Pero ésta no es la única razón de la actual situación de Pemex, afectada sobre todo por la reforma energética, la política del Gobierno federal y la voracidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

DESPIDOS

Durante el 2015, Petróleos Mexicanos (Pemex) prescindió de 11,097 trabajadores, de los cuales 80.7% eran del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). La empresa jubiló a 8,945 trabajadores sindicalizados y cesó a 2,131 de confianza; sus plazas fueron congeladas, con lo que no se volverán a ocupar. De los puestos cesados, el mayor número estuvo, hasta el año pasado, en Pemex Refinación, con el 29.1% del total; le siguió Pemex Exploración y Producción, con el 27.7% del total; el Corporativo Pemex cesó a 21% de los empleados; y en Petroquímica dejaron de trabajar el 12% del total eliminado.

Para este 2016, Pemex tiene programado despedir a 10 mil 533 trabajadores y cancelar sus plazas de manera definitiva, de acuerdo con documentos oficiales. Dicha reducción de personal tiene vigencia desde el 16 de diciembre de 2015. Actualmente la plantilla total de trabajadores de Pemex asciende a 142 mil 976 empleados y funcionarios. La reducción propuesta de la plantilla de Pemex equivale al 66.5 por ciento del total del programa de despidos para todo el gobierno federal que considera reducir este año 15 mil 825 plazas permanentes, y representa el 7.4 por ciento de la totalidad de empleados que actualmente tiene Pemex.

REFORMA A ESPALDAS DEL PUEBLO

La reforma energética fue aprobada en la Cámara de Diputados el 12 de diciembre de 2013, precisamente el día más importante de los creyentes mexicanos, el onomástico de la aparición de la Virgen de Guadalupe. Tras un largo e inútil debate de casi 20 horas, y en un salón alterno al Salón de Sesiones, los diputados en pleno aprobaron en lo general y en lo particular la reforma energética, que modificó los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para permitir la entrada de capital privado al sector energético.

La votación en lo general fue de 354 votos a favor, 134 en contra y cero abstenciones. En lo particular los votos fueron 353 a favor, 134 en contra y cero abstenciones. Las protestas de un centenar de diputados de izquierda que se opusieron al dictamen fueron olímpicamente ignoradas. La reforma fue avalada por los diputados sin cambios a lo aprobado en el Senado de la República y fue enviada a los Congresos de los Estados para que la aprobaran, con el fin de cumplir el requisito legal para poder ser publicada por el Ejecutivo y entrar en vigor.

Las modificaciones legales permitieron los contratos con los particulares en exploración y extracción de petróleo y demás hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo de la Nación. Lo aprobado precisó que se podrán llevar a cabo las actividades de exploración y producción mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de los contratos con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria.

Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasaron de ser organismos descentralizados a empresas productivas del estado, y se dio un plazo de dos años para que esto ocurra. Mientras, pueden celebrar contratos con particulares a partir del marco legal vigente. El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) salió del Consejo de Administración de Pemex, que quedó conformado por cinco consejeros del Gobierno Federal, incluyendo al secretario de Energía, y cinco consejeros independientes.

También se creó el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, cuya institución fiduciaria es el Banco de México, y es el que administra la renta petrolera a partir de los nuevos contratos. La reforma energética representó un giro radical respecto de la legislación vigente desde hace 75 años. La expropiación petrolera de 1938, decretada por Lázaro Cárdenas, establecía que la producción de energéticos serían exclusivas del Estado. Ha sido este el camino seguido para llegar a una inminente quiebra. Todos los argumentos esgrimidos para la aprobación de la reforma fueron una mentira. Ni Pemex se fortaleció y si se enmarcó su retiro para dar paso a las inversiones extranjeras en la materia. Y de menor captación tributaria mejor será no hablar.

ENCARECIMIENTO DE LAS GASOLINAS

Los deslizamientos de los precios de las gasolinas debieron desaparecer desde el 2014, sin embargo se mantuvieron para fortalecer la recaudación de los ingresos tributarios del Gobierno federal. El análisis microeconómico de los deslizamientos mensuales del precio de las gasolinas y el diésel, hecho por especialistas, demuestra que la población que demandó magna o Premium destinó una mayor proporción de su ingreso monetario per cápita para adquirir gasolinas desde el 2007 hasta el 2015, lo que redujo el consumo por automóvil en circulación de los combustibles, es decir, los deslizamientos mensuales han inhibido su demanda interna, con la intención de desincentivar el uso del transporte, particularmente el privado.

El ritmo de deslizamiento de los precios de las gasolinas y el diesel se aceleró para detener la caída de la recaudación del IEPS, el cual tiene una naturaleza regresiva, porque su distribución beneficia en mayor proporción a los hogares con los ingresos más altos, que son lo que realizan el mayor consumo de combustibles. En tanto que en otros países, incluyendo Estados Unidos, los automovilistas disfrutan de los bajos precios de la gasolina, como consecuencia de la caída de los precios de los combustibles, en México sólo se beneficia la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Luis Videgaray.

La gasolina más vendida, la Magna, cuesta en México 13.16 pesos por litro, 62.6 por ciento más que su equivalente en los Estados Unidos, la gasolina regular, por la cual se paga 8.09 pesos por litro. Quien gana con este diferencial es Hacienda, al quedarse en promedio con el 43 por ciento de cada litro que se vende en México y que llenan las arcas públicas a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el IVA y el Impuesto por emisiones de carbono. Este año, el IEPS dará a Hacienda un monto de 209 mil 386 millones de pesos, de acuerdo con la Ley de Ingresos.

Lo anterior apenas le permite a Pemex operar debido a su carga de nómina y logística para traer combustibles desde el extranjero.