CON PRECAUCIÓN: Querrás miel de colmena

Por Sergio Mejía Cano

11 / Febrero / 2016

Todavía hasta hace muy poco tiempo era común que al quedar residuos de algún refresco en un vaso, este se llenara casi inmediatamente de hormigas, principalmente de las más pequeñas; sin embargo, de pronto como que dichas hormiguitas le empezaron a hacer el feo a los restos de las gaseosas, principalmente de las de cola, pues hoy en día no se acercan para nada a saborear de lo que alguien dejó sin remojar en el pretil o fregador.

Pero no nada más las hormiguitas, también conocidas como asquilines están despreciando los residuos de refrescos, sino también lo que se supone que es miel, pues antes era común que al estar alguien sirviéndose miel o escanciándola en un pan o equis utensilio y era inevitable que una o varias gotas cayeran ya sea al piso, a la mesa, pretil o donde fuera que se estuviera sirviendo, casi de inmediato llegaban las pequeñas patudas a degustar lo dulce que había quedado a su disposición, pero ahora tampoco acuden a disfrutar lo que antes con tantas ganas se veía que disfrutaban; ¿por qué? ¿Será acaso que la miel ya no es miel? Porque de los refrescos o bebidas gaseosas dulces ya tiene tiempo que se ha documentado a partir de los reclamos de los cañeros, que las refresqueras dejaron de utilizar casi en tu totalidad azúcar para endulzar sus bebidas, sustituyendo en muchos casos el azúcar de caña por jarabe de maíz, y más últimamente se ha informado que algunos se están endulzando con otro producto edulcorante denominado stevia que al parecer es de origen natural; no así los refrescos llamados dietéticos, a los que se les da el sabor del dulce con el apártame, producto cien por ciento artificial y por cierto muy cuestionado al ser señalado como altamente cancerígeno.

Y respecto a la miel, ¿acaso ya no iremos a consumir los comunes mortales miel cien por ciento natural o que al menos contenga algo del producto elaborado por las abejas? Porque cierta vez, una noche en que cayeron unas gotas de miel al piso, como cosa hecha adrede ahí las dejamos sin limpiarlas, pero al día siguiente ahí estaban esa gotas de miel sin haber sido tocadas por las hormiguitas, así que por pura curiosidad puse un poco de azúcar a un lado de esas gotas de miel, y cual va siendo mi sorpresa que en menos de cinco minutos ahí estaban varios asquilines encima del azúcar y jamás se acercaron a las gotas de la supuesta miel que estaban a un lado.

En un negocio del centro compré un litro de miel suelta supuestamente pura y en otro comercio compré un pomo de miel etiquetado y sellado de su tapa; llegando a casa, en la noche puse unas gotas de ambos pomos cerca de un resumidero en el patio y al lado un poco de azúcar. Al día siguiente el azúcar había desaparecido y las gotas de miel ahí estaban intactas, dando a entender que ni las cucarachas quisieron probar aquello que parecía miel. Entonces si las hormigas no quieren esa miel y las cucarachas tampoco, dieron a entender que no es bueno su consumo, ¿o sí?

Un día llegó a la puerta de la casa un muchacho ofreciendo miel que traía en unos botes y hasta con pedazos de algún panal y una que otra abeja merodeando el contenido, al ofrecerme su producto me aseguró que sí era miel pura, por lo que le compré un litro, de inmediato hice el mismo experimento y nada que se le acercaron los asquilines. Después llegó una señora ofreciendo miel en botecitos de plástico, igualmente asegurando que era miel pura, y ¡oh sorpresa! Tal vez sí era, porque después de servirla y caer algunas gotas al piso, de inmediato llegaron las hormiguitas y se encimaron en esas gotas de miel y además, como habían quedado residuos alrededor de la tapa del botecito, al día siguiente este estaba lleno de asquilines. Así que ¿por qué una miel no les gustó y otra sí?

Y volviendo a los refrescos, anteriormente en la etiqueta de la botella, en la leyenda de ingredientes decía entre otras cosas que contenían azúcar, después algunos refrescos señalaban contener alta fructosa, y hoy la mayoría dice nada más que contiene azúcares, pero no específica de cuáles, si naturales o artificiales. Y los de cola, pertenecientes a una gran refresquera gringa, ya no traen dicha leyenda de ingredientes, por lo menos los de botella de plástico de gran contenido. Y según una persona que le pregunté y que dijo conocer del asunto, afirmó que esa refresquera había quedado liberada de la exigencia de poner la leyenda de ingredientes por tener su marca registrada y protegida a la vez como secreta su elaboración. Pero en fin. Sea pues. Vale.