CON PRECAUCIÓN: Ya sabe el terreno que pisa

Por Sergio Mejía Cano

17 / Febrero / 2016

Desde luego que la presencia del papa Francisco en nuestro país ha generado muchas alegrías en la mayoría de la gente creyente y no debido a su carisma; sin embargo, también podría dejar pesadumbre a su partida precisamente por las expectativas que se generaron muchas personas y que posiblemente nada más queden en eso: en puras expectativas, y por lo mismo, dejar un cúmulo de frustraciones sobre todo en quienes tienen la creencia de que vino a mejorar la situación del país.

Pero para nada, pues como han dicho algunos analistas, el papa Francisco no hace milagros y menos por no tener injerencia oficial en ningún gobernante mexicano que, por más devotos que se hayan mostrado ante el pontífice, lo que diga o haga el jerarca de la Iglesia Católica les tiene sin cuidado. Y precisamente a lo que diga o haga el jefe del Estado Vaticano estarán muy atenta infinidad de gente que espera oír lo que quiere oír, como señalamientos sobre lo que sucede en el país y que no se arregla ni se le pone la atención debida, cosa que hasta hoy si bien ya hizo el papa algunos señalamientos sobre el acontecer nacional, quienes lo han estado monitoreando han dicho que se ha mostrado muy blando o tibio en todo caso; y pues cómo no, porque así tiene que ser, ya que como persona extranjera no puede pronunciarse a fondo sobre cuestiones políticas, que es lo que muchos han estado esperando, pero por ser el papa Francisco un erudito en muchos aspectos, se entiende que actúe con la prudencia diplomática que conlleva una visita de Estado que, si bien muchos han afirmado que es más bien pastoral, se puede decir que también es oficial por la doble investidura que ostenta su santidad Francisco.

Y como para todo hay gente, mucha de ella está plenamente consciente que el papa Francisco ha venido a enderezar entuertos y que una vez que se haya ido la situación del país tendrá que cambiar por completo; pero ya existe la experiencia de que tal vez no sea así, pues nuestro país ya ha sido visitado por otros papas ¿y? Todo ha seguido igual o peor. El papa dirá que orará y pedirá por la gente más marginada del país, por los que sufren, por los que no aparecen, pero hasta ahí, pues no porque lo diga van a aparecer como por arte de magia los que no se encuentran por ningún lado ni se va a resolver la situación económica de los más pobres y de los no tanto.

Está por ejemplo lo que ha dicho el papa en Chiapas que hay que aprender de los pueblos indígenas y a pedirles perdón. ¿Aprender qué? ¿Su estoicismo y aguantar el sufrimiento por tantos y tantos años? ¿Y con pedirles perdón les será restituido todo de lo que han sido despojados? Aunque viéndola bien, posiblemente ahora por cada daño que se les haga a los indígenas sí se les llegue a pedir perdón, pero probablemente no se les pedirá permiso para seguir siendo desposeídos de sus terrenos, de sus usos y costumbres, para ser desplazados de sus terruños por tener que llenar de agua esos lugares sin importar que sus centros ceremoniales ancestrales queden inundados para siempre sin ningún respeto ni permiso; ah, pero eso sí: pidiéndoles perdón.

Hay muchos mexicanos que quisieran llamar la atención de Sumo Pontífice para darle a conocer los males que padece nuestro México lindo y querido; sin embargo, es muy probable que el papa Francisco esté mucho más enterado que varios de los mismos mexicanos sobre lo que adolece nuestra nación, debido al trabajo de logística que hayan hecho sus colaboradores investigando aquí, allá y acullá para saber el terreno que tiene que pisar y, si de pisar se trata, que no pise algunos callos cuyo pisotón vaya a resultar muy doloroso, por lo que ante todo debe de actuar con prudencia y la diplomacia debida, así se diga que es un papa fuera de serie, abierto y claro. Porque además, no puede decir más de lo que ya se ha dicho y se conoce en las redes sociales. El jerarca de la Iglesia Católica y jefe del Estado Vaticano no ha venido a un país desconocido, al contrario, ha llegado a un país que está en el mismo continente en que él nació y que por lo mismo no le es tan extraña la idiosincrasia del país que hoy está visitando. Sabe el terreno que está pisando con conocimiento de causa de cómo se tejen los hilos del Poder en el país que es el vecino más cercano a los gringos.

Y aparte de la derrama económica que ha estado generando esta visita papal, los beneficios para la mayoría del pueblo mexicano serán únicamente espirituales que pronto se evaporarán. Pero en fin. Sea pues. Vale.