Con visión Ciudadana: Donald Trump y el uso del odio electoral

Enrique Vázquez

15 / Marzo / 2016

Ante la apatía ciudadana a los temas políticos, algunos personajes recurren a satanizar a los organismos públicos, a crear odio como mecanismo para motivar el voto de los ciudadanos, aún cuando esto signifique poner en contra del sistema a un buen número de personas, o de generar episodios violentos, para nosotros mexicanos, esta manera de hacer política no es novedosa, desde hace muchos años Andrés Manuel López Obrador, ha venido utilizando esta técnica para conseguir alcanzar sus fines políticos, estrategia que cabe reconocer ha tenido gran éxito pues lo ha logrado empujar al segundo lugar en las últimas dos contiendas electorales por la presidencia de la Republica, juntar 15 millones de votos no es cosa fácil. Obviamente estos 15 millones de votos no se produjeron directamente de esta política de promoción de odio, pero ciertamente esta ayudó a la proyección mediática que si llevó a estos votos.

Ponerse en una posición directamente frontal contra el sistema político, es relativamente sencillo, son cientos o miles las faltas que los ciudadanos podemos apreciar, la desigualdad, la pobreza, la falta de infraestructura y competitividad, son variables que resulta sencillo achacar únicamente al gobierno en turno, o a todos los que alguna vez han estado ahí, en el caso de Andrés Manuel, el discurso es en parte hueco puesto que en sus puestos públicos y en su actuación regular, muchas dudas surgen y llevan a pensar que el discurso es solo una artimaña electoral para capturar votos.

En el caso del Sr. Trump, que ha tenido un éxito realmente tenebroso en la carrera por la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, la situación es similar, el discurso de odio va dirigido contra los pobres resultados de la clase política norteamericana, que si bien pareciera no está tan viciada como la nuestra, el descontento de la población parece indicar lo contrario. Curioso eso sí, a Andrés Manuel el discurso de odio le ha servido bien y ha tenido mucho éxito entre las clases sociales más golpeadas por la situación del país, pero en Estados Unidos donde en teoría el nivel mínimo de vida es por lo menos en papel, superior al de los 50 millones de mexicanos que viven en la pobreza, extraña que el mismo discurso de odio hacia las instituciones tenga tanto éxito, esto sólo habla de la pobreza mental que gran parte de la población de EUA tiene actualmente, el discurso racista, de odio al prójimo, de xenofobia, es muy pobre intelectualmente hablando y debería de ser poco atractivo y aun así los mítines se llenan de personas que vitorean con todas sus fuerzas las ridiculeces que emanan del maestro del peluquín.

La situación de desigualdad y los resultados no tan positivos o incluso los negativos, por ningún motivo debieran de impulsar a una política de odio, precisamente la polarización de la sociedad es la que nos impide avanzar, el trabajo en equipo, aportar cada quien nuestra parte es el cimiento de una sociedad más prospera, sorprende por lo menos a este comunicador que esta idea no pueda entrar en un mayor número de personas y que por el contrario, más y más se sumen a la política de odio, de oposición sin sentido y de franca decadencia.