Momento Político: El gobernador que cierra al dialogo vive alejado de su pueblo

Por Brígido Ramírez Guillen

01 / Abril / 2016

No cabe duda que cada Jefe del Ejecutivo del Estado tiene su forma de gobernar independientemente de que todos los asuntos de diferente índole sean canalizados y atendidos por las diferentes dependencias de la administración. Hubo mandatarios como Francisco García Montero, José Limón Guzmán y Julián Gascón Mercado, que le dedicaban la mayor parte de su tiempo en despachar desde Palacio de Gobierno, con la presencia en sus oficinas de todos sus colaboradores, quienes presentaban un gran auxilio en todas las tareas del gobernante en la solución de los problemas de los distintos sectores de la sociedad

Cuando Don Francisco García Montero o Limón Guzmán iban a alguna cabecera municipal o a inaugurar una obra en una comunidad, eran días de fiesta para sus habitantes, quienes adornaban calles y salían a recibir y a acompañar al distinguido funcionario, con música de mariachis o de bandas con el retumbar de la tambora, yendo al frente las autoridades del lugar y hermosas muchachas al lado del distinguido visitante Ahí no había planteamientos de problemas, si no que todo se centraba en agasajar al gobernador, ya que pasaría mucho tiempo para volver a convivir con él

A Gascón Mercado lo veíamos horas y más horas en Palacio, hasta en la madrugada que se retiraba, en reuniones con funcionarios para enfrentarse a tantos problemas que siguieron al desempolvar la Ley de Tierras Ociosas y crear nuevos asentamientos agrarios en pequeñas propiedades, algunos destruidos más tarde por el ejército y otros más que fueron respetados como el Batallón de San Blas o el de Reforma Agraria.

En el régimen de Roberto Gómez Reyes hubo puertas abiertas en Palacio de Gobierno para que pudieran acercarse al mandatario personas en lo individual o en comisiones para hacer algún planteamiento, presentar algún problema o alguna demanda, que de inmediato eran atendidos en forma satisfactoria Los recorridos de Gómez Reyes por los municipios eran para poner en marcha alguna obra material, escuchar a los campesinos, a los pescadores, a los maestros, a los prestadores de servicios, a los exportadores de los productos del campo y a todo aquel que tuviera alguna demanda particular o de carácter social Fue Don Roberto quien implanto la modalidad de trasladar los poderes a los municipios cada tres o cuatro meses. El entonces Coronel Rogelio Flores Curiel, que cumplió con su pueblo como un magnifico gobernante, también acudía diariamente a Palacio y atendía numerosas comisiones, independientemente de dedicar espacios de su tiempo para supervisar obras materiales en los municipios, entre ellas la renovación de edificios municipales, construcción de plazas, introducción de drenajes y agua potable

Flores Curiel trasformó la ciudad capital abriendo calles para convertirlas en avenidas, como la Flores Magón; la renovación del parque Juan Escutia, Alameda, La Loma, Plaza Municipal, construcción del Libramiento que liberó el paso de pesados vehículos por la Avenida Insurgentes a la salida de Tepic

El sexenio de Don Emilio M. González, de extracción obra, se distinguió no por la obra material si no por la obra política, a la que dedicó la mayor parte de su tiempo el gobernante, de ahí aquellas maratónicas audiencias públicas en Palacio, en las que la gente del pueblo se mostraba satisfecha por ser atendida y apoyada en sus demandas y la solución de sus problemas, en su mayoría de carácter material

Celso Humberto Delgado Ramírez hizo un buen gobierno, en que se destacó la construcción de vías de comunicación y fue el régimen cuando el Gobierno Federal construye la hidroeléctrica Presa de Aguamilpa

Al de Rigoberto Ochoa Zaragoza se le llamó el gobierno Itinerante por dejar Palacio de Gobierno e irse a hacer recorridos por las comunidades del estado, con la casi totalidad de sus funcionarios y de la Federación En el gobierno denominado del cambio vivimos como el contador Antonio Echevarría Domínguez quiso estar más cerca del pueblo, de escucharlo, de que expresara con libertad en la exposición de sus problemas y demandas, tan es así que desde que asumió el poder estuvo en las cabeceras municipales presidiendo las audiencias públicas

Esa es una nueva forma de gobernar, de mostrar el interés y preocupación por sacar a Nayarit de su atraso en algunos de los aspectos de la economía, de cambiar lo que se tiene que cambiar para conseguir un mejor desarrollo en la cuestión educativa, en lo cultural, en el aspecto turístico, en la producción agrícola, en las vías de comunicación así como en la pequeña propiedad, en la apertura de fuentes de empleo y el ataque a la pobreza Ney González Sánchez pasó a la historia como un gobernador que no se abrió al diálogo con la gente por temor a los planteamientos que se pudieran hacer e implicaran erogaciones de dinero, a lo que no estaba dispuesto a responder, de ahí la ausencia de las audiencias públicas en su gobierno

Y ya estamos por ver pasar otro sexenio de gobierno, el de Roberto Sandoval Castañeda expositor de grandes obras del Gobierno Federal y del sector privado, en su mayoría que no pasan de ser proyectos inalcanzables por diversas circunstancias. ¿Y la audiencias públicas que iniciaron al igual que el régimen y luego desaparecieron, alejándose en la lo forma de los sectores más necesitados de atención y protección gubernamental?..... Hasta la próxima Decano del Periodismo.