Un caso de extorsión telefónica, una alerta a las familias

01 / Abril / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

El miércoles 30, la Fiscalía General del Estado (FGE) emitió un comunicado de prensa respecto al hallazgo en el interior de un hotel de una joven madre y dos menores hijos, víctimas de un intento de secuestro virtual.

El asunto no es menor y valdría insistir como una alerta a la ciudadanía.

La parte con que inicia la extorsión, una llamada por teléfono en que se utiliza la violencia, la amenaza, la advertencia de que se tiene a un familiar secuestrado, suele atemorizar a las víctimas que corren riesgo de quedar sometidas a la indicación que se les hace.

Por ello la importancia, alertada por la FGE, de que se cuelgue el teléfono y se proceda a la búsqueda del familiar supuestamente secuestrado o bien se dé aviso a las autoridades.

En el caso de la señora -y siguiendo el patrón que ha ocurrido en otros casos-, se le exigió que permaneciera en la habitación de un hotel en el municipio de Ruiz junto a sus hijos, según el informe ventilado.

Al mismo tiempo, los delincuentes tenían contacto con su familia y exigían el depósito de una importante suma de dinero.

La mujer y los niños en realidad no estaban privados de la libertad, sino que el miedo influido a la señora la llevó a acatar las indicaciones que le daban.

La localización en el hotel se produjo una vez que familiares de las víctimas reportaron los hechos a policías estatales. La búsqueda en hoteles inició por antecedentes similares.

La Fiscalía General ha insistido en la importancia de no caer en el diálogo con el delincuente que realiza la llamada porque aumentarán la amenaza y el terror, sino colgar el teléfono, buscar al familiar supuestamente secuestrado o dar aviso a las autoridades.

En ocasiones estás bandas operan desde otros estados y abren cuentas bancarias con documentos falsos que sólo utilizan para retirar el efectivo depositado.