CON PRECAUCIÓN: Video bajo sospecha

Por Sergio Mejía Cano

18 / Abril / 2016

Se ha hecho ya una práctica común que cuando se genera un pleito, una agresión o cualquier tipo de bronca entre personas de todas las edades, pero sobre todo las peleas que se dan en los planteles escolares, mucha gente en vez de intervenir a detener el pleito o la agresión, mejor se dedica a grabar con la cámara integrada a los teléfonos móviles, para posteriormente subir las escenas a las redes sociales, tal vez sin ponerse a pensar que ese pleito podría llegar a tener consecuencias graves o hasta funestas. No importa si la bronca o agresión es entre pequeños menores de edad o si la agresión es también en contra de un infante que debido a su corta edad no puede defenderse por sí mismo.

Se han dado casos en que muchas personas en vez de intervenir, mejor se dedican a echar porras alentando a los protagonistas de un pleito a que se den con más ganas. Desde luego que es una tristeza que para mucha gente que está presente, mejor se dedique a filmar y no a intervenir; aunque claro que han de pensar que el que mete paz, saca más; sin embargo, hay videos muy claros en que la intervención de otras personas podría servir de mucho, pero por lo regular se dedican a observar o lo que es peor: a grabar y supuestamente divertirse, así haya sangre de por medio.

Pleitos de todo tipo y agresiones ídem han ocurrido todo el tiempo, incluso abusos de autoridad, lo que pasa es que hoy gracias a la tecnología se sabe y se conoce más de estos asuntos, como el de un reciente video que apareció tanto en redes sociales como en la mayoría de los medios de comunicación impresos y electrónicos sobre la supuesta tortura a una muchacha del estado de Guerrero; pero aquí surge una pregunta sobre dicho video: ¿quién o quiénes difundieron la grabación? Filmaciones similares que se han dado no nada más en nuestro país, sino en gran parte del mundo ya han aparecido en las redes sociales y hasta en la prensa escrita como cuando se dieron a conocer las torturas a las que fueron sometidos varios presos iraquíes en su propia tierra por parte de militares norteamericanos; sin embargo, ahora este video de la muchacha guerrerense sometida a tortura ha hecho que hasta el Secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, haya salido públicamente a ofrecer una disculpa por el actuar aislado y achacándoles desobediencia de unos subalternos en compañía de al menos un policía federal. Esto se podría tomar como que el titular de la SEDENA, con su justificación quiera enmendar en algo el enorme desprestigio en el que han caído las fuerzas armadas ante gran parte de la ciudadanía que aún no termina de explicarse el porqué siguen en las calles haciendo labores que no les competen en lo absoluto, al menos constitucionalmente.

Ahora bien: Hoy en día todo ser que ocupe un cargo público o que esté en la mira por posibles fraudes o malversaciones, así como desvío de recursos o evasiones fiscales, debe de tener en cuenta que no puede decir por teléfono palabras que lo pudieran comprometer aún más de lo que es sospechoso; que tiene que estar seguro que no lo están filmando y que no haya cámaras de grabación en los lugares en donde tendrá que tratar asuntos importantes y que se pudieran malinterpretar por con quien se ponga a platicar; porque ni modo que al estar tratando algún asunto, del tipo que sea, permita abiertamente que alguien lo esté filmando tanto en imagen como en audio, pues como que no va. Entonces, en el video en cuestión, todos los involucrados saben y están conscientes de que están siendo grabados y sin embargo, al menos la mujer con uniforme militar no tiene cubierta su cara como se mira a la persona encargada de ponerle la bolsa de plástico a la supuesta torturada. Entonces, si existe la posibilidad de que si no es destruido ese video o así se guardara en los archivos, tarde o temprano será del conocimiento de la opinión pública, ¿por qué no se cubrió el rostro?

Según las noticias, al menos dos de los involucrados en el video han sido detenidos para investigación; sin embargo, son más de dos, e inclusive quien está filmando tiene gran parte de culpa en el daño que se le está generando a la supuesta torturada, porque si es militar quien filma o pertenece a otra corporación policíaca, se supone que su deber es proteger y salvaguardar la integridad física de todos los ciudadanos, así estén detenidos, ¿o no? Claro que si es un camarógrafo particular, pues sí que estaría cañón que interviniera. Pero en fin. Sea pues. Vale.