CON PRECAUCIÓN: MDía de luto nacional

Por Sergio Mejía Cano

03 / Mayo / 2016

Bueno, pues ya pasó aparentemente la euforia de la celebración del día del trabajo, celebración que en sí, muchos analistas han dicho de toda la vida, que más bien esta fecha se debería recordar como un día de luto, sobre todo en aquellos años que más se asemejaba a un festejo lleno de alegría y agradecimientos a los gobiernos en turno, hasta el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, en que ya clara y abiertamente su administración se abrió de capa despreciando a la clase trabajadora, cosa que persiste hasta hoy en día, como una herencia zedillista a los gobiernos subsecuentes.

Lejos quedó aquella algarabía que los mismos contingentes de trabajadores hacían en los desfiles del primer día del mes de mayo de cada año, pues ahora ya no son ni la sombra de lo que fueron esas alegrías, fingidas unas y otras quizás sinceras en donde las protestas que por cierto, nunca han faltado, hoy en día es lo primero que salta a la vista, ya que en la mayor parte de los estados del país lo que sobresalió fueron las protestas de los trabajadores por la situación laboral que existe en el país, en donde así como en su momento se ha dicho que el campo ya no aguanta más, es ahora la clase trabajadora la que clama porque mejore su situación en cuanto a salarios y prestaciones, pues tampoco ya aguanta más; sin embargo, ya tiene tiempo que estas lamentaciones al parecer se están dando en el desierto porque no hay quien les lleve el apunte a los trabajadores en cuanto a sus protestas que es muy probable no hayan sido nada más en este día del trabajo, pues ya tiene tiempo en que en varias entidades no cesan las marchas, plantones y protestas de parte de la clase trabajadora, así que estos reclamos persistirán, ¿hasta cuándo?

Existe la probabilidad de que el jefe del Poder Ejecutivo, vulgo, presidente de la República esté sintiendo pasos en la azotea y de ahí que haya lanzado la iniciativa de ley para que se reforme el código penal federal dándole más facultades a los militares en su acción en contra de la ciudadanía, esto es, como se ha informado en algunos medios últimamente, que las fuerzas militares podrían catear domicilios y seguir conversaciones telefónicas con más facilidad que tal y como lo mandata nuestra Carta Magna; y esto debido a que poco falta para un estallido social por tanto agravio que ha sufrido la población con las susodichas reformas que supuestamente iban a ser la panacea para nuestra depauperada nación, pero ya está muy visto que no ha sido así desde hace más de 30 años en que se nos dijo que ahora sí íbamos por el rumbo correcto, pero no se ve por ningún lado que estemos próximos de llegar a buen puerto, antes al contrario, todo lo hecho hasta hoy por la parte gubernamental a nivel federal, ha sido en detrimento de la población, que no ve llegar la suya. Si se le pregunta a Juan Pueblo qué beneficios ha recibido en estos últimos 30 años en su bienestar económico y laboral, es muy probable que la respuesta casi generalizada es de que nada, que al contrario: puro maleficio. Y casi generalizada, porque es obvio que sí ha habido uno que otro mexicano al que las reformas constitucionales han beneficiado con las privatizaciones, pero al pueblo de a pie, nada de nada. La clase trabajadora ha visto mermadas hasta sus conquistas laborales, muchas de las cuales han sido derogadas cínicamente y sin miramientos.

Y últimamente el comandante de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, ha dicho ante la opinión pública que el ejército no abandonará las calles hasta que las policías sean confiables. Y esto lo anuncia el general Cienfuegos, a pesar de haber reconocido abiertamente que el ejército no tiene nada que andar haciendo en las calles, ejecutando labores que no les corresponden constitucionalmente; sin embargo, con todo ello ahora dice que seguirán haciendo esas funciones policíacas, y ya se sabe que se supone que el comandante de la SEDENA no se manda solo. Y si a esto le aunamos el que si se aprueba la iniciativa que le otorga más facultades al ejército, pues tal vez sea la chispa que falta para que el país se prenda, tal y como ya lo estiman en otras naciones del orbe que están monitoreando a nuestro país constantemente.

El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida anuncia con bombo y platillo que el empleo va a la alza en México, y que hay una paz laboral nunca antes vista en nuestro país, y la medición es las altas ante el IMSS; pero jamás se dice de las bajas, que podrían ser más.