CON PRECAUCIÓN: La víctima y el imputado

Por Sergio Mejía Cano

05 / Mayo / 2016

Gran escozor e indignación causó entre la mayoría de la población tepiqueña, la agresión que sufrió una joven señora a manos, se dice en los medios informativos, de su expareja sentimental, un policía municipal en activo, pero que de acuerdo a la noticia sobre este hecho, por el momento está adscrito en préstamo a otra dependencia policíaca, y de quien se dice que se encontraba bajo el influjo del alcohol, y que en su desesperación por huir de la justicia se dejó caer de un tercer piso resultando lesionado en el intento, por lo que fue detenido por la policía que se hizo presente en el lugar de los hechos a pedimento de los vecinos de la pobre mujer.

Según se supo posteriormente, no era la primera vez que el ahora imputado agredía a la que había sido su pareja con la que había procreado un bebé del que se señala cuanta apenas con tan solo dos años de edad. Y lo que llama la atención en este caso, es la diferencia de edades entre ambos protagonistas, ya que se informa que la muchacha cuenta apenas con 19 años de vida y el policía con una edad ya de 34 años. Es obvio suponer que para que la haya enganchado sentimentalmente, el individuo tal vez supo aprovechar la inexperiencia de la chica, pues si tan solo cuenta con 19 años y ya tienen un hijo con dos de vida, entonces quiere decir que la enganchó siendo menor de edad; y he aquí las consecuencias de esa inmadurez que no hizo reflexionar a la jovencita para no enrolarse con una persona que prácticamente le doblaba la edad, ya que posiblemente no se puso a pensar que por la edad del tipo era muy probable que ya estuviera casado o tuviera alguna otra relación de pareja; y además, por ser policía, pues con estos datos la muchacha debió pensarlo dos veces antes de involucrase con un policía, debido a que son susceptibles a que los cambien de jurisdicción, mandándolos a otras partes del estado, así como el riesgo que siempre llevan por sus labores y que por lo mismo, podría ausentarse de su vida ya sea por cambiar de residencia o por caer cumpliendo con su deber o también, por qué no, por ser dado de baja al excederse en sus funciones o equis motivos que hayan hecho que tarde o temprano la relación terminara abruptamente, pero no con una agresión de tal naturaleza.

Se entiende que este suceso no es un hecho aislado, y menos por los comentarios de los vecinos que dieron cuenta de que por lo regular era una pareja con problemas a tal grado que su relación no fue muy estable por lo que devino la separación, y queda claro que si la chica con tan poca edad y ganas de vivir le dieron ganas de reemprender su escasa vida, así que si volvió a enamorarse de otra persona, pues estaba bien porque quería tal vez rehacer su vida; sin embargo, según los comentarios emitidos en las redes sociales y en algunos de los medios informativos, el problema de esta agresión se debió por celos, porque de acuerdo a lo dicho por alguien de los vecinos, el policía le preguntaba quién era el hombre con el que estaba saliendo. De ser así, se entiende que el policía no supo perder ni comprender que si la muchacha ya no quería estar con él fue porque quizás no la satisfacía en forma alguna, además de cómo se dice, recibir malos tratos.

De última hora se informa que en la madrugada de este miércoles 4, falleció la muchacha lesionada, que no resistió a sus lesiones que fueron muy severas, pues se dijo en su momento que tenía varias fracturas en el cuerpo y cabeza, lesiones que la dejaron en estado de coma al llegar el auxilio médico.

Lo que no entiende buena parte de la opinión pública, cómo es que una persona tan agresiva tuviera un puesto en la policía municipal, porque se supone que quienes ocupen un cargo de esta clase de servicio público, están para velar por el bienestar de la población y no para agredirla; porque en el entendido de que no hay borracho que trague lumbre, qué se puede esperar de una persona que agrede con tanta saña a alguien tan allegado al grado de quitarle la vida, y más, porque alguien se preguntó alguna vez qué es lo mejor que puede hacer un padre por sus hijos, respondiéndose a sí mismo: amar y respetar a la mujer que los trajo al mundo.

Esta agresión se supo porque se le pasó la mano al hoy imputado; sin embargo, es muy probable que se hayan dado casos similares en donde infinidad de mujeres son agredidas, pero que quizás por amenazas o por amor no denuncian a sus verdugos, quedando en el anonimato mucha de la violencia intrafamiliar. Pero en fin. Sea pues. Vale.