NAYARIT PLURAL: ADIÓS AL AMIGO

Por Fernando Gutiérrez Meza

25 / Mayo / 2016

Dicen que en la cárcel y en la cama se demuestra la amistad, así se percibió con nuestro amigo y compañero de trabajo César Adán Rentería Velázquez, conocido en el argot periodístico como el Buki, o el Chulo, por los más chavos del gremio, siempre amable, sensible, sencillo y de trato con todos, sin egoísmo, sumo a lo largo de sus 56 años que estuvo entre nosotros, desde los 80s cuando se hizo cargo del periódico Últimas Noticias de Nayarit, heredado por su padre, don David Rentería Velázquez, en esas fechas, nuestro amigo Adán, se responsabilizó de la empresa editorial que sacó adelante, incorporó como su equipo de trabajo a Enrique Berumen, su actual compadre, a Servio y también al buen Pedro Pulido Alegría, éste ya adelantado en el camino y que seguramente ya se están viendo allá arriba.

El amigo César Adán, se formó en el periodismo de manera empírica, pues su profesión fue de contador, en ese tiempo no había carrera de comunicación, aprendió en los talleres, con su padre don David y Alfonso Barboza copropietarios del periódico que salía por las tardes, como todo discípulo inició desde haciendo mandados, limpiando rodillos o elaborando escritos a mano, pues así era la tipografía o artes gráficas como se llamaba, nuestro compañero traía en su sangre la tinta del periodismo.

Le tocó vivir a Adán las fiestas del 25 de septiembre Día del Tipógrafo, que se celebraban en el Ciruelo, como se conocía el domicilio de calle Hidalgo, lugar en que estaban las oficinas del vespertino.

También trabajó como reportero por varios años en la televisión, en los últimos meses fue empleado de prensa del Estado y reportero de Realidades, los amigos, compañeros y conocidos de Adán, mostraron su solidaridad desde el momento que cayó en cama, desde el primer momento estuvieron al pendiente y preocupados, de su salud y como iba evolucionando, hasta el viernes 20 en que pasó lo irremediable; la clase política se hizo presente para ofrecer las condolencias a su esposa e hijos, que sorprendidos como todos no creían lo sucedido con el amigo Renteria

Todos nos preguntamos qué había pasado, no mostraba signos de estar enfermo, se veía sano y fuerte, se decían entre sí, yo lo vi tal día, estuvo en tal evento o platiqué con él, quien esto escribe se suma a esa pregunta, cinco días antes de caer en cama estuvo presente en una reunión de la UCAN con la señora María Eugenia Jiménez, nadie imaginamos que estuviese pasando por cuestiones de salud.

Como sucede cuando se presenta el deceso de un periodista, surge la preocupación de gentes del gremio que no cuentan con prestaciones de alguna índole, dado que muchos son colaboradores en las empresas editoriales y por consiguiente no se consideran empleados de nómina y con las garantías que otorga la ley Laboral.

Siempre ha existido la preocupación de los comunicadores en el sentido que el gobierno elabore una Ley donde se apoye a los periodistas, como en su momento lo hiciera el ex gobernador Emilio M. González, quien los ayudó con seguridad social, gastos en casos de decesos y un seguro de vida para la familia de éstos.

Precisamente, luego del suceso del amigo Adán, surgió la preocupación sobre ese asunto de la iniciativa, para lo cual se organizaron y acudieron al Congreso para solicitar se retome la iniciativa de Ley presentada, en que se pide protección y atención a periodistas.

Sin embargo y lamentablemente ese documento no contempla seguridad social y tampoco un seguro de vida, más que nada se concreta a los derechos y obligaciones enmarcados en los artículos sexto y séptimo respectivamente.

Nuestro amigo y compañero César Adán Rentería Velázquez, siempre será recordado por los periodistas nayaritas, en paz descanse, en paz mi maestro.