Sujeto ingería tonaya frente a sus hijos menores

26 / Mayo / 2016

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Luego de la seguidilla de fotografías que tomara el Licenciado Mariano Flores, donde se aprecia a una persona ingiriendo bebidas alcohólicas e inhalando resistol además de marihuana sentado en una tienda de autoservicio, acompañado de dos de sus hijos menores, el DIF municipal tomó cartas en el asunto, por lo que coordinadamente con el comandante Oscar del Bosque y su personal jurídico mantienen en custodia a los dos menores mientras que al vicioso padre lo enviaron a la cárcel.

Hugo Cruz Hernández de 36 años de edad, con domicilio conocido en el poblado de Pantano Grande de este municipio, es el sujeto que despreocupadamente ingería una botella de tonaya, en la vía pública tal y como se narra en páginas superiores, sin tomar en cuenta la carita sucia de su menor hija, de aproximadamente 4 años de edad, ni la de su menor hijo de aproximadamente 5 años de edad. El abogado Chacoranas como es popularmente conocido lanzando improperios en contra del sujeto por la acción que demostraba Cruz Hernández, subió al Facebook las gráficas interviniendo de inmediato la presidenta del DIF quien inmediatamente dio órdenes a su departamento jurídico y de defensa de la menor para que actuaran en consecuencia, siendo de esta forma como se detuvo al despreciable sujeto, mientras que las menores permanecen aún en custodia del DIF.

Se ignora el destino de los menores, Hugo Cruz y Renata, pero se deduce que buscarán primeramente a los familiares de estos menores para ver si se harán cargo de la custodia de ellos o si se tomarán otras acciones coordinadamente con el DIF estatal que preside Ana Lilia López de Sandoval.

Hay que señalar que en las mismas condiciones se encuentra algunos menores indígenas que en compañía de sus padres bajan a la costa a trabajar en el campo y que luego de unas largas y exhaustas jornadas laborales los indígenas varones de acuerdo a sus costumbres tienen la costumbre de ir a la cabaña cantina situada por la calle Rayón pegada al bordo de contención, donde por horas y horas ingieren bebidas embriagantes, mientras que las mujeres indígenas acompañadas de sus hijos permanecen en el exterior esperando que salga el Cora, ya bien briago, sin embargo estos se defienden bajo el argumento de que son usos y costumbres, ni hablar.