Visión Política: En el pasado proceso electoral pueblo cobro factura a pésimos gobiernos estatales y federales.

Por Edmundo Virgen

10 / Junio / 2016

El creciente desempleo en el país, el aumento desproporcionado en los precios de los productos alimenticios, en el material escolar, a las gasolinas, al gas domestico, en la electricidad, la pésima atención a la salud en los hospitales del estado donde a los usuarios se les puede ver ser tratados peor que animales recostados en el suelo por falta de camas, la falta de medicamentos.

La inseguridad, los bajos salarios, el aumento excesivo en los impuestos, la situación de miseria que existe en las zona rural donde el campesino ya no puede sembrar la tierra por falta de dinero, y la negativa de las autoridades a concederles crédito, la cartera vencida en el agro, la devaluación del peso frente al dólar que deteriora el poder adquisitivo al incrementarse los precios de los productos de importación. Y si a esto le sumamos los bajos precios de garantía de los productos del campo, así como la incontrolable importación de granos y frutas permitida por el gobierno federal, entonces la situación que priva entre la clase trabajadora no puede ser peor, especialmente para el jefe de familia del campo y de la ciudad que apenas su miserable salario le alcanza para sobrevivir.

Aunado a esto la desmedida corrupción e impunidad en los tres niveles de gobierno, donde existe un descarado enriquecimiento ilícito de funcionarios, que además de malversar el presupuesto, ya que de la noche a la mañana se hacen millonarios sin que nadie los llame a cuentas ostentan enormes sueldos que representan una ofensa para un país donde más del 50 por ciento de la población vive inmerso en la más absoluta miseria. Pero en contraste, hay cientos de funcionarios como el titular de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Basilio González Núñez, que amparados en el poder político por concepto de sueldo recibe ingresos cercanos a los 3 millones de pesos anuales.

En el caso de aquellos servidores públicos que ostentan un cargo de elección popular, llámese regidores, diputados, presidentes municipales o gobernadores, sus sueldos son tan exagerados, que jamás lo van a desquitar con su trabajo, como el edil de la ciudad coquera, que aparte de ganar 60 mil pesos mensuales se autorizó 20 mil pesos diarios para gastos personales, más el 12 por ciento del impuesto a la universidad que los ediles se lo llevan con toda facilidad. Todo esto entre otras cientos de vaquetonadas, homicidios, levantones y secuestros solapados por quienes dirigen los gobierno en el ámbito nacional como sucede en el estado de Tamaulipas, donde datos estadísticos indican que a escasos tres meses de concluir el sexenio se han perpetrado 909 secuestros, o el enriquecimiento ilícito del gobernador de Veracruz, Javier Duarte por el orden de los 35 mil millones de pesos, la Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, de la que nadie se creyó el cuento de su honesta adquisición, y los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, solo son una pequeña parte de las causas de la derrota del partido del gobierno en elecciones para gobernador en siete estados del país, y en el caso de NAYARIT, quienes dirigen el rumbo del estado deben de corregir errores si quieren seguir siendo gobierno.