Festival de las Letras; unos días para animarse

* Ahí el impulso a quienes aspiran a plasmar sus obras, porque el que escribe es escritor, como el que canta es cantante, como el que duerme es dormilón
* Ahí se trae la frase de Amado Nervo, que pudiendo ser rico, preferí ser poeta

13 / Junio / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

En el Festival de las Letras Tepic se escucha a los escritores Guadalupe Loaeza y Octavio Campa, conversar sobre Amado Nervo. Desde esa frase: pudiendo ser rico, preferí ser poeta, o bien lo enamoradísimo que era el tipo, hasta la obsesión que Nervo tenía por la muerte, con una tendencia suicida -su hermano Luis se quitó la vida-.

Loaeza pregunta con ironía: ¿no preferiría ser poeta, señor Duarte, en lugar de ser gobernador de Veracruz?.

Cuenta Loaeza que uno de sus nietos recientemente le preguntó si ganaba mucho dinero por sus libros y pues no. Si cada libro se vende en 300 pesos, ella gana 30, es decir, el 10 por ciento.

Hablan de las cartas de Nervo, de sus amores:

Yo estoy enamoradísima de él. Fue un extraordinario poeta y un extraordinario ser humano.

Y Octavio Campa completa: tenía cara de águila y entrañas de paloma.

A riesgo de que este reportero se equivoque, Loaeza y Campa citan que en cierta ocasión Amado Nervo, tras entregar un trabajo periodístico le dijo al director del diario que quería suicidarse: ¡no, no, no, mejor te mato yo! –contestó el otro-.

El patio de la Presidencia Municipal es el centro de esta Feria de las Letras Tepic.

Ahí, el historiador Jean Meyer considera que si Emiliano Zapata es un héroe nacional, también debería serlo Manuel Lozada El Tigre de Álica, que luchó 60 ó 70 años antes. Fue un gran líder, con su sombra, y no hay hombre que no la tenga.

Meyer habla de una rivalidad histórica en las regiones donde hoy están asentados Ahuacatlán e Ixtlán del Río.

Cuidadoso de sus palabras y aclarando que no quería caer en asuntos políticos, deseó que este Festival de las Letras que impulsa el Ayuntamiento de Tepic no dure tres años sino muchos más. Recordó que hace unos 30 años pocos auguraban éxito a la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, y ahora es una de las más importantes en el mundo.

Claudia Posadas, Jorge Fernández Granados, Mónica Maristáin, Frydha Victoria Ramos y Hanna Figueroa leen algunas de sus poesías. Las dos últimas son nayaritas y el momento es el mejor para presentar sus obras. Hay familiares, amigos.

Además, Claudia Posadas habla del especial cariño que le tiene a la nayarita Lorena Elizabeth Hernández, una de las impulsoras de este Festival, enlace con muchos de los autores aquí presentes.

Un dato para Claudia: es la misma Lorena Elizabeth que hace unos 25 años, siendo sumamente joven y jefa de información en el periódico Meridiano, por las tardes revisaba las notas de los reporteros. Y se enfadaba por la mala ortografía. Hasta que de plano nos dio clases de español para que aprendiéramos a acentuar las palabras agudas, graves, esdrújulas

Sandra Lorenzano se pone de pie y con dos o tres ideas empieza a armar una novela. Es, dice, cuestión de soltar las primeras líneas y de irle poniendo y poniendo, que la mente agarre su rumbo e irlo plasmando.

Por su parte, Lorea Canales recuerda que una vez, platicando con una escritora de renombre, ésta le dijo que ella, Lorea, ya era escritora, sencillamente porque escribía. Lorea entendió el mensaje. Es decir, no se trata de un grado o título que deba obtenerse, sino darse su tiempo para trabajar frente a la máquina.

Porque el que escribe es escritor, como el canta es cantante, como el que duerme es dormilón

La importancia del Festival de las Letras Tepic estriba precisamente en eso. No es sólo acceder a autores reconocidos, sino el impulso que sus palabras puedan a dar a escritores e historiadores locales que también buscan sus espacios.

Así que, a trabajar.