REDESCUBRIENDO: Estilos de Educación Familiar: Estilo Democrático

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

16 / Junio / 2016

Se trata de un modelo basado en la disciplina inductiva o disciplina de apoyo. Se caracteriza por un alto nivel de cooperación entre los miembros de la unidad familiar, en la cual, además de presentarse elevados grados de comunicación entre padres e hijos, se dan continuas muestras explícitas de afecto. La familia democrática se rige por reglas flexibles adoptadas de común acuerdo mediante el diálogo y el razonamiento. Tales reglas se mantienen mientras resulten útiles; cuando dejan de serlo, se modifican o se cambian por otras. El estilo democrático se distingue por la importancia que los padres asignan a la autorregulación y la autonomía del niño, lo cual no significa que exista un abandono de la autoridad por parte de los padres, sino que ésta ejerce siempre desde la responsabilidad y no desde la imposición y la arbitrariedad.

Las normas no van dictaminadas desde arriba (padres), no son algo ajeno y de difícil comprensión, sino que es algo que concierne a todos; nadie está exento del cumplimiento de lo pactado. Cuando los niños rompen las normas, los padres los corrigen, explicando las razones lógicas de dicha corrección, y recurren al castigo, pero sin utilizar la fuerza física. El castigo es eficaz sin necesidad de esta última. Los padres con estilo democrático tienen confianza en ellos mismos como padres y como personas. Combinan el afecto y la satisfacción de sus necesidades con la firmeza a la hora de mantener las pautas y normas de conducta establecidas. El estilo democrático se caracteriza, además, por el empeño de la familia en crear un clima de afecto y confianza mutuas que haga posible una comunicación fluida entre todos.

EFECTOS EN LOS HIJOS

Numerosos estudios ponen de manifiesto que los niños de padres democráticos se encuentran mejor preparados para afrontar la vida, son más maduros, empáticos, alegres y espontáneos, disponen de buenas habilidades sociales, de una gran motivación y de la capacidad para posponer las recompensas o resultados de sus acciones. Además la mayoría de los autores considera que, de los cuatro modelos educativos descritos anteriormente, es precisamente este el que más contribuye a un adecuado desarrollo de los hijos. Este estilo educativo favorece la toma de decisiones, la creatividad, el desarrollo de la responsabilidad, la conducta pro-social, la autonomía, la seguridad y la autoestima.

Los hijos de padres democráticos tienden a ser más maduros, independientes, seguros, planificados y auto-controlados, pues dentro de la unidad familiar impera la idea de la igualdad y el respeto hacia la libertad personal de cada miembro de la familia, así como también hay fuertes lazos afectivos y actitudes que favorecen el diálogo y la colaboración. Además, estos niños suelen ser más alegres y espontáneos en su comportamiento dentro y fuera del hogar. Hasta la próxima. Terapeuta Familiar y Conferencista. Consultas 311 136 89 86. Facebook José Miguel Cuevas Delgadillo.