REDESCUBRIENDO: Estilos de Educación Familiar: Estilo Indiferente

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

23 / Junio / 2016

Se caracteriza por la ausencia de reglas, bajo nivel de afecto e indiferencia hacia las conductas de los hijos. Al niño se le exige poco, no suele haber normas que regulen su comportamiento, pero también se le ofrece muy poco. Los padres no sienten la obligación o el deber de cubrir sus necesidades de afecto y cariño, de asegurar su bienestar emocional. Hubo una época en que se puso de moda este estilo educativo, sobre todo entre las personas que, en su infancia, habían experimentado una situación familiar muy cerrada, autoritaria y con un régimen normativo muy estricto; cuando estos individuos formaban su núcleo familiar, muchos tendían a adoptar la postura contraria (ausencia de normas). Se consideraba positivo que los padres dejaran actuar a sus hijos en función es su voluntad. Sin embargo, este es un modelo educativo muy cómodo en el cual los padres no hacen nada por sus hijos, sino que se despreocupan totalmente de ellos, pues no ejercen ningún control, pero tampoco se interesaban por su bienestar. Con el tiempo, se pudo comprobar que algunos niños echaban de menos que sus padres no les castigaran, porque consideraban que, en realidad, no eran nada importante para ellos.

EFECTOS EN LOS HIJOS

Este estilo educativo comparte muchas de las consecuencias negativas que se expusieron para el caso anterior (niños de padres permisivos). Situaciones extremas de indiferencia en los padres puede generar conductas delictivas y desarraigo. La ausencia de normas produce inseguridad y dificultades para integrarse en la sociedad, donde el cumplimiento de determinadas reglas es indispensable. La dificultad para interiorizar patrones estables de conducta valiosas produce, a su vez, individuos inestables, inmaduros, impulsivos, con escasas habilidades sociales, con problemas de drogas y de salud, y faltos de referentes éticos que puedan orientar su conducta. En la vida de una persona, el aprendizaje de normas es uno de los factores que más peso tiene en su formación. Vivimos en una sociedad que está conformada por un conjunto de normas que, de manera consciente o inconsciente y en diferente grado, son asumidas por sus miembros. Así vemos que hemos de aprender normas lingüísticas, de circulación, afecticas, morales, gestuales, cognitivas, sociales, de supervivencia, etc. En el contexto familiar, el aprendizaje de normas es uno de los aspectos más vitales y fundamentales del conjunto de aprendizajes que realizan los hijos. A ello se dedica mucho tiempo y esfuerzo, sobre todo en los primeros años de vida, pero siempre dentro de una dinámica en la que los padres muchas veces no son conscientes de la importancia que merecen como factores altamente configurativos del ser humano. Hasta la próxima. Conferencista y Terapeuta Familiar. Consultas Celular 311 136 89 86.