VISOR NAYARITA: RESPETO A LA LEY, DEBER DEL HOMBRE DIGNO

Por: Lic. Francisco Pérez Gómez

07 / Julio / 2016

Los últimos acontecimientos que vive nuestro país demuestran que la sociedad trata de que sus derechos sean tratados y escuchados, hasta ahora las mesas de negociaciones no han tenido el efecto deseado, y las partes, CNTE Y Gobierno, siguen en sus posturas, unos, aduciendo que la reforma educativa no se negocia y la otra a tratar de la abrogación de dicha reforma.

Aquí es importante resaltar dos casos, el primero, es que dicha situación y sus consecuencias debieron haber sido analizadas y observadas por los encargados de la política interior para que no llegarán a los extremos donde nos encontramos; sin el ánimo de encontrar el hilo negro, es preciso subrayar que los encargado del CISEN, deberían haber investigado a tiempo los brotes de inconformidad en los estados sureños, Y, segundo, el gobierno oaxaqueño, debería de haber calculado y sopesado las consecuencias de haber otorgado tanto poder a la sección 22 de la CNTE, y haber adecuado los reglamentos para en forma paulatina ir disminuyendo el poder que acumularon ante el cobijo gubernamental, ahora ya es demasiado tarde y ya estamos viviendo las consecuencias.

La situación raya en el desconcierto de ambas partes, las marchas y manifestaciones siguen, y el malestar amenaza con propagarse por todo el país sino se llega a un acuerdo que concilie los intereses de ambas partes, pero el asunto ha sido politizado hasta la saciedad y las redes sociales se han convertido en el mejor conducto para denostar sobre todo la figura del Ejecutivo y demás autoridades, creando un sentimiento de animadversión hacia el gobierno, situación desafortunada, porque podría llevarnos a una especie de anarquía que no conviene a nuestro país, la falta de respeto hacia la autoridad máxima no abona las buena relaciones de los sectores y el intencional desconocimiento a la investidura presidencial, significan un reto al gobierno establecido que en su justo derecho puede y debe hacer uso de cualquier medio para proteger el orden constitucional, porque no se pueden violentar impunemente a las instituciones legalmente establecidas; aunque nuestra Carta Magna consigna en sus artículos la libertad de expresión y de manifestación, también establece que no se debe atacar de manera impune a las autoridades, pues en un estado democrático, gobierno y autoridades constituyen la estabilidad y fuerza de una nación donde la confrontación no es el camino, pues debilita la unidad de una nación. La actitud retadora de los disidentes, ha desatado graves consecuencias, por lo que el Estado deberá garantizar la integridad física de los ciudadanos de esos lares en especial la de los maestros que si cumplen con sus obligaciones.

Se debe privilegiar el diálogo, pero no a costa de la educación de la niñez mexicana, ni a través de desmanes, no volvamos al México bronco de antaño, nuestro país ya entrego su cuota de sangre en diversas batallas ya registradas por la historia, no olvidemos al pasado, porque estaremos condenados a repetirlo, se debe ser congruente con nuestros derechos y obligaciones, no anteponiendo los primeros a los segundos, porque la ley se debe aplicar en la justa medida de los actos, si se incumple con las obligaciones, por fuerza se tendrá que tener un castigo, no se deben mezclar las cosas, hasta ahora, las partes se encuentran en la disyuntiva de ceder, pero en este tenor, las instituciones podrían perder la credibilidad y caer en el descrédito y esto, por el bien y desarrollo de nuestro país no debe darse.

La sociedad hasta ahora, sido bombardeada con información que sataniza al gobierno y a sus instituciones, y en contra parte, se victimiza a los disidentes, pero debe haber un término medio donde haya un equilibrio de circunstancias y donde se observe en su justa medida los acontecimientos para emitir el fallo justo a las partes en conflicto.

Respetar la justicia es un deber del hombre digno y acatar la ley es un acto de disciplina, así como educar significa capacitar al hombre para su buen desempeño en la vida civil. Las autoridades por ningún concepto deben negociar ni bajar la guardia, luego pues, se hace necesario que gobierno y profesores en actitud conciliadora lleguen a acuerdos que beneficien a las dos partes para que aprendiendo de nuestro pasado e historia evitemos estos conflictos. Al Tiempo

Esperemos y comentaremosfrago2009@hotmail.com