Toro González amenaza con quitar concesión al Candil de Santiago

08 / Julio / 2016

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Lejos quedaron las palabras del delegado de CONAGUA, Héctor González Curiel, cuando en entrevista con el conductor del programa Noticiero Regional, dijo que la PGR, la Procuraduría del Medio Ambiente y la misma dependencia de la cual es titular, investigarían los motivos que tuviera Albino Quezada, ampliamente conocido en Santiago con el apodo del Candil, por edificar con material de construcción locales comerciales en el andador del bordo.

Lo anterior lo dijo el funcionario federal, porque nadie tiene derecho de construir con material en los lechos de lagos lagunas y ríos, se les otorga una concesión pero para uso agrícola, o bien construir pero palapas –ramadas- que no signifiquen riesgos para terceras personas. Además, añadió que tenía el conocimiento de que estaba sacando arena del río sin tener permiso para ello bajo el argumento de que estaba en su propiedad sic, además de atentar contra la flora al haber ordenado el derribamiento de una añosa ceiba que era utilizada por los paseantes o vecinos de ambas márgenes del río para sombrear mientras esperaba su medio de transporte.

Bien, hubo quienes aplaudieron las palabras del Toro González Curiel, ex presidente municipal de Tepic, y actual delegado de CONAGUA, ya que por fin alguien le marcaría el alto al vecino de Sentispac, sin embargo de aquella declaración que vertiera el funcionario federal han pasado 30 días y el famoso Candil, impávido, continua construyendo y saqueando los mantos de arena sin que nadie haya osado detenerlo, e incluso el reportero este pasado miércoles cuando acudía al Verdineño, para cubrir la nota de la entrega de ganado vacuno, al pasar por el lugar y ver a varios albañiles en el lugar les pregunto qué ¿No que iban a detener la obra?, y la respuesta inmediata fue de dijo el Candil, que las autoridades de la PGR y de la PROFEPA, además del Toro, le pelaban metro y medio que le sobraba. Y bueno pues ahí está la reacción de una persona que está acostumbrado a hacer lo que le viene en gana, a sabiendas que a las autoridades las compra con una marisqueada. Por lo que echando a volar la imaginación pensamos, ojala y que el Toro coma un chingo para que cuando menos le costee el hacerse de la vista gorda.