Estado de los estados? Dan toques en el PRI

Por: Lilia Arellano

08 / Julio / 2016

Ciudad de México, 7 de julio de 2016.- En tanto Enrique Peña Nieto no diga lo contrario, su filiación será priísta y con ello habrá de adjudicársele cualquier movimiento realizado dentro de ese partido en el cual, visto está, nada se interpone cuando de cumplir órdenes se trata. El turno llegó para la suplencia de Manlio Fabio Beltrones, doña Carolina Monroy no logró ni de lejos, acercarse a esa posición debido, entre otras cosas a su ambición por gobernar el Estado de México. Así llega Enrique Ochoa, con el antecedente de haber salido de las filas de la Comisión Federal de Electricidad, de la oficina azote de millones de familias mexicanas con su misión de Empresa de Clase Mundial, elevando los precios de las tarifas domésticas a las nubes hasta tornarlas impagables para quienes reciben dos o tres salarios mínimos en pago a su trabajo, orillando, de nueva cuenta y con la bendición de Luis Videgaray a otro cierre masivo de empresas, éstas dedicadas a la industria y, entre ellas, van hasta las tortillerías.

Mucho fondo debe existir entre la política partidista y la de los energéticos. El actual titular de Energía surgió de la presidencia del CEN tricolor y, justamente, la trayectoria de Ochoa Reza está relacionada con la rama de hidrocarburos, electricidad, negocios. Cuenta con reconocimientos y premios por méritos en la industria del gas, miembro del Consejo de COMEX, miembro del grupo técnico redactor de la reforma energética y desde hace dos años, justo cuando se dejaron venir los cambios de medidores y aumentaron las tarifas eléctricas, responsable de la CFE. Del michoacano, dicen los tricolores, solo puede advertirse la llegada de un diablito a las instalaciones del inmueble tricolor, hoy más vacío que nunca. El michoacano es egresado de la UNAM y tiene estudios de posgrado. El currículo gira entre el ejercicio jurídico para llevar los planes presidenciales al terreno personal del objetivo y cátedras sobre juicios orales. Ya veremos quién da a los senadores las explicaciones sobre los aumentos a tarifas eléctricas o ¿va a dobletear?

El principal padrinazgo de don Enrique proviene del hombre cuyas frases revelan: nos volvieron a saquear. Del comprometido con mover a México. El del compromiso contigo –lo no visto fue hacia donde se dirigía tanto con la mirada como con las manos-, Enrique Peña Nieto. Con la llegada de este nuevo personaje dentro de la dirigencia tricolor vienen a la memoria los engaños a los cuales nos han sometido y hemos aceptado y hasta repetido como frases simpáticas. No sólo ha sido te lo firmo y te lo cumplo, expresado por el mexiquense dando a conocer una tras otras las rúbricas ante Notario, mismas nunca más vueltas a ver y mucho menos cumplidas. El presidente del empleo, don Felipe Calderón, dejó al país ensangrentado, en ruinas. Vicente Fox aseguró ser el gobierno del cambio, pedía sin cesar el voto del cambio. Para Ernesto Zedillo el ofrecimiento consistió en garantizar bienestar para la familia, sólo no agregó tal objetivo se vería realizado solamente en la suya, en la política, defendiendo a su suegro a costa de encerrar a un General.

Con Salinas de Gortari llegó: que hable México y se supone escuchó al país decir: desmantélame!!! Vinieron los ofrecimientos de limpia de la corrupción y se escuchó la palabra Solidaridad, con la cual se identificaba a Lech Walesa y posteriormente al Papa polaco. Miguel de la Madrid nos doró la píldora con la renovación moral y con la certeza de frente, combatir la corrupción. Sobra decir en cada caso ha sucedido todo lo contrario y quienes más se han empeñado en vender frases de honestidad, de servicio al pueblo, han sido los más saqueadores, deshonestos y corruptos.

Para José López Portillo la solución somos todos, pretendió involucrar a la sociedad en un ejercicio abarcado en su totalidad, dominado, por su persona. ¿Puede olvidarse tenemos que aprender a administrar la abundancia? Relacionado con el arriba y adelante de Luis Echeverría, conforma la plataforma desde la cual despegaron nuestras amarguras actuales y aún hay más, mucho más de estos personajes a los cuales ahora se suma un nuevo líder tricolor ligado totalmente al Ejecutivo Federal. Serán los M&M de la década. El mexiquense y el michoacano.

ENGAÑOS EN CADENA

Frases de campaña y otras utilizadas por ex presidentes de la República en momentos claves de sus respectivas gestiones, dibujan de cuerpo entero sus administraciones, cuyo trabajo fue enfocado al desmantelamiento del Estado benefactor, a la cancelación del contrato social con los ciudadanos y a la defensa de intereses particulares, más no al beneficio de la población. Largas décadas de experiencia hacen a los trabajadores mexicanos desconfiar de la propaganda oficial, de las promesas de campaña, de los proyectos y programas de gobierno, de las modificaciones a la Constitución, adecuada cada periodo gubernamental para hacerla coincidir con los intereses económicos del grupo en el poder. Mientras el bienestar social de las familias mexicanas fue totalmente eludido.

Famosas se hicieron frases de políticos destacados también en momentos clave de su desarrollo, las cuales se utilizaron incluso en su contra. Ejemplo de ello lo es sin duda el grito de cállate chachalaca, de Andrés López Obrador silenciando a Vicente Fox a fin de cooptar su intervención en las elecciones de 2006. También su declaración: al diablo con sus instituciones, después de ser víctima de un fraude electoral. Estas mismas frases fueron utilizadas en contra del entonces candidato presidencial de izquierda para exhibirlo como un político intolerante, autoritario y como un peligro para México -frase utilizada por Felipe Calderón, su adversario en la carrera presidencial-, lo cual permitió unir a los sectores conservadores y reaccionarios del país para impedir su triunfo electoral e imponer a Calderón Hinojosa, quien nunca pudo quitarse la etiqueta de ser un presidente espurio, el cual llegó a Los Pinos a través de un fraude monumental.

El prestigio de los políticos se chamusca por sus propias palabras, como le ha ocurrido en diversas ocasiones al presidente Enrique Peña Nieto. Los ejemplos abundan: ya sé que no aplauden, dijo tras acabar su discurso en el que presentó a Virgilio Andrade al frente de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y a quien ordenó investigar si hubo conflicto de intereses en las adquisiciones de las casas de Angélica Rivera y Luis Videgaray. Como todo mundo previó, el subordinado de Peña Nieto exoneró a la esposa de su jefe y a su colaborador más cercano de cualquier responsabilidad al margen de la legislación vigente. Durante una entrevista con el diario español El País, cuando se le cuestionó sobre temas de la vida cotidiana y el precio de la tortilla, el entonces candidato presidencial respondió: no soy la señora de la casa. Cuesta entre 7 u 8 pesos.

Otra pifia ocurrió en una conferencia de prensa cuando Peña Nieto preguntó al presidente del PRI: ¿entonces, soy candidato o precandidato?, sin darse cuenta que tenía el micrófono prendido. También, durante una entrevista colectiva sostuvo: la corrupción es cultural, y el periodista León Krauze le espetó que era más bien una construcción hecha por el partido al que pertenece. En torno al caso de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, señaló: supérenlo. Pido un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia delante y podamos realmente superar este momento de dolor.