JUEVES DE CORPUS: EL PASO DE LA MUERTE EN NAYARIT

Por: Olegario Zamudio Quezada

23 / Agosto / 2016

El paso de le muerte es la habilidad ecuestre propias del charro, consiste en que un individuo montado a pelo en un caballo mansito o domesticado, de un estelar brinco se cambie a un caballo bruto corriendo ambos a gran velocidad, el valiente o ladino para hacer esta tarea, tendrá que ir a pelo en el caballo y agarrado únicamente de las crines del animal hasta dominarlo y desmontarse.

Esta acción, puede ser terrible para el ejecutante pues si resbala y cae, se las tendrá que ver negras porque no creo que sea nada agradable, quedar en medio y debajo de las patas de los caballos, pero en fin, el paso de la muerte así es y hay gente arriesgada y otros más, llenos de ansiedad que con arrojo se apuntan para ejecutar esta suerte.

Entre quienes integran en Nayarit los grupos actuales en la política estatal, este sentimiento del paso de la muerte, se puede mirar en sus miradas vidriosas y en la ansiedad de su respiración, sueñan con la posibilidad de seguir ostentando algún escaño del orden político o administrativo, dijeran en mi rancho, seguir mamando en la ubre.

Es decir los que son diputados están apuntadísimos para ser presidentes municipales y los que son presidentes municipales, anhelan con ser diputados y es el mismo caso de todos los regidores de los ayuntamientos en Nayarit.

Pero además algunos boquiflojos, aseguran que tienen todo el respaldo del actual gobernador, esto para que los instalen de manera puntual en la próxima administración, es decir los dejará con una buena carta de recomendación en la bolsa del pantalón y así, podrán realizar la caballesca suerte.

En otros tiempos las cosas ocurrían de manera distinta, quienes aspiraban a brincar al gobierno sucesor, ya desde el quinto año de gobierno empezaban a extrañar a su tutor y benefactor político, otros como Pedro negaban al gobernante saliente y los más con la información que tenían entre manos despotricaban maldecían a quien los había ocupado en alguna responsabilidad, esto ante la mirada complaciente del nuevo gobernante.

Así, muchos como agua en batea pues, en el pasado nunca dudaron en decirse Riguistas, luego fueron Toñistas, luego Neysistas y ahora tienen marcado el fierro del Roberto Sandoval, en el presente están a la espera de que en Octubre, la luz de la luna les anuncie el camino del robaleo, de la traición y más pues, el de la ingratitud comúnmente conocida como el morder la mano que les dio de comer.

Lo que si me queda claro, es que la administración actual negociará definitivamente el relevo institucional, pero a la postre otros, intentarán que el gobernante saliente los negocie o de otra manera, por su lado cada quien intentará negociar su trabajo, otros intentarán negociar su tranquilidad y la de su familia, con no ser perseguidos, pero los más no tendrán nada que negociar pues nunca trascendieron por sus ideas o sus actos, fueron incoloros, insaboros, inoloros.