LA CREME: ALCANZAN ACUERDOS EN HUAJIMIC

Por Norma Cardoso

03 / Octubre / 2016

Para César Pérez Verónica, miembro del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), las Comisiones de Derechos Humanos de Nayarit y Jalisco han incurrido en omisiones al no intervenir e iniciar un acta de investigación de oficio en el conflicto entre wixéricas y ganaderos de Huajimic. Ha dejado en evidencia que el organismo de Nayarit se ha mantenido al margen de la problemática, y que el de Jalisco no ha intervenido en la situación bajo el argumento de que no le corresponde.
Afortunadamente el pasado primero de octubre se alcanzaron acuerdos: los Wixáricas suspenden juicios y ejecuciones y los ganaderos cesan los bloqueos, y buscarán indemnizaciones federales. Esto fue lo que pasó la semana anterior:
Varias organizaciones protectoras de los derechos de indígenas, así como periodistas nacionales y extranjeros, la semana pasada tuvieron (y tienen) puestos los ojos en el conflicto entre Wixáricas y ganaderos de Huajimic, Municipio de la Yesca, Nayarit; ya que el pasado 22 de septiembre, se llevó a cabo la ejecución de sentencia en el proceso legal en el que el pueblo de Wixárica de San Sebastián Teponahuaxtlán, perteneciente al municipio de Mezquitic y Bolamos en Jalisco, ha pugnado para recuperar más de diez mil hectáreas que se encuentran invadidas por ganaderos de Huajimic.
El pueblo Wixárica, desde hace ya casi 15 años ha pugnado por la restitución de sus tierras y fue hasta el pasado 22 de septiembre en el que se entregó los predios que se dictó en una primera sentencia de trece que ya se encuentran por ejecutar, en el municipio de La Yesca, Nayarit.
Con una asistencia de casi 700 wixaritari, quienes se desplazaron de sus comunidades, algunos tuvieron que caminar por tres días en apoyo a sus hermanos indígenas, para instalar un campamento y tomar posesión de los predios denominados Piedra Bola y Bola Negra, una vez que fueran restituidos, a través de la ejecución forzosa, así como se asienta en la sentencia definitiva en el expediente número 769/2002, en contra de la señora Enriqueta Montoya, dictada por el Magistrado Aldo Saúl Muñoz López del Tribunal Unitario Agrario número 56, con sede en Tepic, Nayarit.
La Actuaria, una vez que firmó el acta en presencia de los representantes de la comunidad indígena Presidente, Secretario y Tesorero, en nombre del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 56, puso en posición física, jurídica y material 184 hectáreas, los cuales manifestaron ser aceptada y recibida la superficie del terreno, por los comuneros, quedando apercibida la señora Enriqueta Montoya para que se abstenga de perturbar esa posesión.
Una vez entregadas las primeras 184 hectáreas, se decidió a posesionarse a dos familias quienes harán sus jacalitos y felices de haber recuperado lo que hicieron valer en juicio. Ahora, piden a las autoridades que hagan lo que les corresponde y a las organizaciones civiles que defienden los derechos humanos de indígenas, que estén atentos en las otras restituciones, pues temen que se desate un enfrentamiento.
Cabe señalar que alrededor de ocho periodistas, abogados, asesores y actuarios, al tratar de regresar a sus lugares de residencia, fueron retenidos por ganaderos que impidieron el paso a la comitiva por alrededor por cuatro horas condicionando la salida solo si los indígenas abandonaban el predio, lo que ocasionó un escarceo. Ahí una periodista les decía: Nosotros estamos pidiendo solamente el acceso. -Pues no se lo vamos a dar como la ves- le contestó una mujer. Y siguió diciendo la periodista: pues eso es privación de la libertad. Me vale madre si es privación de la libertad- dijo la mujer, que estaba de parte de los ganaderos. Eso es un delito- decía la reportera- nosotros no venimos con mala intención, nosotros solo reportamos las cosas; yo soy prensa, yo soy prensa. -Pues tú has de sacar algo porque aquí andas de metiche, decía la enérgica mujer. -Pues por eso vine para sacar algo, -decía la reportera con voz pausada- no nos pueden quitar el acceso. Tan podemos como que estamos aquí, -gritó la mujer que estaba de parte de los ganaderos, a la periodista. Por fortuna, no llegó a mayores.