Numinor: La hipocresía religiosa de los políticos: no predican con el ejemplo

Ángel Agustín Almanza Aguilar

05 / Octubre / 2016

Resulta muy ofensivo el ver a muchos políticos –de cualquier partido- presentarse ante el pobre pueblo, ante la opinión pública, como cristianos, principalmente católicos, y allí los vemos ante el pontífice romano, casi besándole las manos, o bien de rodillas ante una imagen religiosa en algún tiempo donde haya, claro, motivo para actuar así, o, ya en los extremos de burla, con un sarape con la Virgen de Guadalupe, en el Pichón

Ahora le dio, en este caso al Presidente (de ustedes) Peña Nieto, de ponerse los vestidos de Jesucristo y predicar textos bíblicos. Si, en efecto, este señor (que fue, por lo cierto, muy vapuleado en los conciertos del ex integrante del gran grupo de rock inglés ‘Pink Floyd’, Roger Waters), ante el asunto de la corrupción galopante en los círculos gubernamentales, le dio, decíamos, por externar lo siguiente: No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra. Todos han (sic) sido parte de un modelo que hoy estamos desterrando y queriendo cambiar. Hay que cambiar para beneficio de una sociedad que es más exigente y que se impone a nuevos paradigmas. Ya antes este acucioso estudiante de lo más importante de las Sagradas Escrituras, había subrayado que la corrupción en el país debe combatirse no por razones de oportunismo político (?), si no realmente porque estemos seria y genuinamente comprometidos (¡) en cambiar el modelo que rige el actuar de las instituciones del estado mexicano.

Para esto el enigmático epigramista de ‘Gente & Poder’ Igibato, nos señalaba: Muchos habrán de tirar/ varias piedras de resaca/ y todas van a pegar/ en la mera Casa Blanca. Casa que de blanca e inmaculada no tiene nada

En la entrevista –de antología- que le hizo Carlos Marín a Peña Nieto, éste no contesta ante la enfática pregunta de aquél respecto a que si aún no se ha dado cuenta, o no percibe muy bien, el señalamiento que tiene de él la opinión pública como un corrupto. Hizo como que la virgen la hablaba

Ante la pregunta sobre qué libros había leído dijo, sin dudar en ningún momento, que la biblia, que lo más importante, aunque no supo mencionar ningún libro de ese ‘Libro de Libros’.

Ahora nos sale con lo de la piedra Donde debió haber dicho: Todos hemos sido parte Nó; él, como Pilato, se lavó las manitas, pues se siente libre de pecado. Y ninguno de sus apóstoles, perdón, sus colaboradores, respingó, aceptando con ello el ser corruptos.

Como nomás usó ese texto evangélico, que se encuentra en Juan VIII, 7, y si leyó lo más importante, debe tener en su mentecita lo siguiente –y también son palabras de Jesucristo-: Mi casa, casa de oración será llamada (cambiemos esa ‘casa’ por ‘gobierno’), más vosotros cueva de ladrones la habéis hecho ¡Ay de vosotros, Escribas (funcionarios) y Fariseos (Videgaray), hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos (caritas, guapos), más de dentro están llenos de toda suciedad (corrupción).. Así se lee en el Evangelio de Mateo (Cap. XXI, 13; Cap. XXIII, 27).

López Portillo, ese ‘perro’ que debe estarse asando lentamente en el ‘fuego eterno’ del satánico infierno, casi casi llegó a decir: La corrupción somos todos, pues remató con lapidaria frase: Corremos el riesgo de convertirnos en un país de cínicos.

Así pues, lo deseado por el Peña ése en el marco de la inauguración de la Semana Nacional de Transparencia, organizada por el INAI, es decir la lucha anticorrupción será todo un fracaso, pues el buen juez por su CASA empieza. Que predique con el ejemplo, vaya pues.

¡Ah, un mandamiento divino, que se lee en el Decálogo, no debe olvidarse: No robarás. (Éxodo XX, 15).