LAS HOJAS SUELTAS DE LA POLÍTICA: El desencanto ciudadano sobre los partidos políticos

Por: J. Trinidad Espinosa M.

06 / Octubre / 2016

El desencanto ciudadano sobre los partidos políticos es un asunto que permea en la mayoría de los países del Mundo, por no decir que en todos, pero México según encuestas, se lleva uno de los primeros lugares. Y es que los líderes de los partidos han olvidado las causas y lo fines de los cuales emergieron partidos.

Sus objetivos y funciones principales son las de organizar y capacitar a los ciudadanos para la competencia electoral y la integración democrática del poder público, y una vez instalados en la representación popular del nivel que sea, vigilar que sus cuadros políticos en funciones de gobierno cumplan con la oferta electoral que hicieran a la ciudadanía, y cuidar que no hagan mal uso de los recursos públicos y den los buenos resultados que tanto prometieron a los electores.

Para recuperar la confianza de la ciudadanía, los dirigentes de los partidos deben retomar los objetivos anteriores, convertirse en los fiscalizadores de la función pública, llamar a cuentas a los gobernantes que no le cumplen a la sociedad para exigirles que se apliquen en la atención de los problemas comunitarios y la prestación de los servicios públicos, y en el extremo de los casos, de acuerdo a sus estatutos, sancionar a los malos servidores públicos.

Desgraciadamente se ha visto todo lo contrario, manejan un doble discurso, mientras piden combatir la corrupción y castigar a los gobernantes ladrones e ineficaces en su desempeño, al interior de sus partidos encubren a los malos gobernantes que forman parte de sus cuadros políticos y soslayan las denuncias populares y hasta las de carácter judicial que los señalan como responsables de ilícitos en la función pública.

Recientemente fui testigo de un debate que se transmitió por conocida televisora, en el que comparecieron los líderes de los tres principales partidos que hay en México, y me sorprendió el nivel de cinismo de unos para ocultar sus pecados en la política y en la administración pública y el esfuerzo de otros por justificar rezagos en la economía y el desarrollo social.

Les falto humildad, para que uno de ellos, PAN, reconociera que en 12 años que gobernaron no hicieron nada trascendente y que las reformas necesarias por urgentes que requería el Estado Mexicano, premeditadamente las pospusieron para no cargar con el costo político, y las atendiera el partido que los relevó en el poder público, para que el gobernante en turno pagara los costos políticos de esas inaplazables decisiones de gobierno. Otro, PRD, sigue en la inercia de las alianzas electorales sin aceptar, que cuando ganan pierden, porque su aprovechado aliado se apropia y se beneficia de los triunfos, además de no reconocer que en el pasado inmediato los gobernantes de su partido han sido el origen de crímenes lesa humanidad contra jóvenes estudiantes, que mantienen a México metido en una crítica internacional por violación a derechos humanos. Y el PRI, no acepta que si bien ha cargado con los rezagos que le heredaron gobiernos pasados y se ha echado a cuestas las reformas estructurales que México ocupaba para atraer la inversión productiva y seguir adelante en el crecimiento económico, le ha faltado diseñar políticas públicas de estado para recuperar la paz social, mejorar los salarios de los trabajadores, brindar oportunidades de empleo a las nuevas generaciones, castigar la corrupción y devolver la confianza a la ciudadanía en su gobierno.

Unos más otros menos, pero no hay partido político que este exento de haberle fallado al pueblo, de no cumplir sus compromisos electorales, de cargar con el desprestigio que le han endosado los malos gobernantes surgidos de sus filas.

El reto ciudadano no deja opción; reclama partidos políticos que asuman su compromiso de trabajar por el progreso, la justicia y la paz social en México. Rechazan a los partidos políticos que solo se la viven criticando sin aportar soluciones o lo que es más grave, obstaculizando las soluciones.

*Académico de la UAN y analista político.