Pululan la capital nayarita decenas de indigentes carentes de sus facultades mentales

27 / Octubre / 2016

Por Germán Almanza Aguilar

Tepic, Nayarit.- No es novedad, ni es noticia, el ver por las calles de esta ciudad capital nayarita observar por sus calles deambular, o en su caso pernoctar en banquetas y jardineras a personas indigentes; en su gran mayoría carentes de sus facultades mentales, en total abandono por sus ‘familiares’ que Dios sabe de dónde sea su procedencia.

Estas personas-seres-humanos, sobreviven a diario; quizá pepenando entre la basura que a diario tiramos todos para ellos subsistir (jamar), pero que ellos ven como ‘oro molido’ quien sabe cómo pero sobreviven. Para al final de su arduo día de su vida, si así se le puede llamar, quedar finalmente dormidos en una de las banquetas que a diario transitamos la ‘gente normal’. Todo a través de nuestros ojos indiferentes e inhumanos. Ojo, no confundir con los borrachos que se quedan ‘tirados’ en el área peatonal que conforma –por decir un ejemplo- de la tienda de las avenidas Victoria y México donde se encuentra conocida tienda de crédito comercial de seis letras, y de donde salen de los tugurios de baja estofa verdaderos ‘zombies’ que al final de su apocalíptico día etílico finalizan, en la misma banqueta, haciendo compañía a los indigentes.

Bien pues un ejemplo, como lo muestra la gráfica que nos envía a esta redaccíon de Gente&Poder una persona de nombre Erick N (propietario y encargado, por cierto, de un taller mecánico-eléctrico en la colonia Mololoa), quien sin más con la fotografía nos dice todo, y con sus palabras nos remacha diciendo: miren, ¿cómo es posible que dejen a esta gente así, en la calle, casi semidesnuda; tapada sólo con bolsas de basura, ‘cagada en su propia mierda’ (sic), y ¿Nadie hace nada por esa gente?... ¡un perrito callejero vive mejor que estos!.

Tiene razón, sí pues, esas gentes, esos humanos, son los ‘renglones torcidos’ de un sistema que no ha logrado hacer nada para solucionar ese ‘problema’, que son los indigentes solitarios. Solitarios, porque todos, me incluyo, no hemos hecho nada como ‘sociedad’ para resolver este fenómeno que día a día se viene agravando y en crecimiento en esta ciudad y en muchas otras. Ahí queda pues la moneda al aire, ¿quién los podrá defender o cobijar? Se viene un tremendo frío este invierno-infierno, y de una solución, nadie ha dicho nada