LA CREME: SIN RESPETO A DERECHOS DE TERCEROS

Norma Cardoso

13 / Diciembre / 2016

Un grupo de personas que vive en las inmediaciones de la calle Zaragoza, allá por el área de El Santuario de Guadalupe, ubicado éste en donde convergen las calles Bravo y Ures o también conocida como Padre Mejía, en el centro de Tepic, nos comentaron que han estado a punto de ir con el Párroco de dicho templo para externarle su molestia por los cohetes que lanzan desde varios días antes del 12 de diciembre hasta esa fecha.

Resulta que, desde las cinco de la mañana, empiezan los cohetes, esos fuegos de artificio que constan de un canuto resistente cargado de pólvora y adheridos al extremo de una varilla ligera, que una vez encendida la mecha que va en la parte inferior del canuto, la reacción que producen los gases expulsados le imprime un rápido movimiento hacia la altura, donde estalla con un fuerte estampido.

Ese fuerte ruido y seco, es lo que molesta a las personas y aún más a los animalitos domésticos que viven alrededor de El Santuario, éstos últimos por que cuentan con un aparato auditivo muy sensible, sin dejar de lado que desde a temprana hora y durante todo el día, los tradicionales cohetes se escuchan a diestra y siniestra.

También en estos días cercanos a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, los niños y no tan niños, queman las palomitas de pólvora que, de igual manera, afectan los oídos de los perros y gatos, y de las personas que se encuentran cerca de detonación puede causar pérdida de la audición, además de que las quemaduras son las lesiones más frecuentes y en casos más extremos puede haber shock o infarto.

Investigando, pudimos encontrar que, en el año de 1999, una persona envió un escrito al Presidente de la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos en el Estado de Nayarit, donde expresa algunas opiniones referentes a afecciones a los Derechos Humanos.

En esa misiva, su autor menciona que, de unos años a la fecha, principalmente en las festividades religiosas acostumbran detonar cohetes que al final de su trayectoria hace una fuerte explosión, contaminando el ambiente por ruido (anteriormente los cohetes que lanzaban dejaban una estela anaranjada y no hacían explosión, es decir eran silenciosas).

También, exagera un poco al decir que pareciera como si nos estuviéramos preparando psicológicamente para un movimiento armado, ya que, desde las cuatro de la mañana hasta las diez de la noche, son lanzados esos cohetes en las diversas Iglesias Católicas de la ciudad de Tepic.

Igualmente, menciona en el escrito que las autoridades competentes podrán prohibir por razones de seguridad, protección de la salud, de la moral, la tranquilidad y el orden públicos, y la protección de derechos de terceros.

Cada vez que ocurre una explosión de pólvora, como la que ocurrió el domingo 26 de septiembre de 1999, en la ciudad de Celaya, Guanajuato; dicen las autoridades que van a prohibir la comercialización de Explosivos de Juguete, ya que dichos cohetes y palomitas se venden principalmente en dulcerías, lo cual nunca ocurre ya que pasa un poco de tiempo y las cosas siguen igual, como si nada hubiera pasado. Concluye el escrito con: Quien no recuerda su pasado, está condenado a repetirlo y Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz Lic. Benito Juárez García.