Por falta de presupuesto ordenan la suspensión el gobierno federal de la Presa Las Cruces

01 / Febrero / 2017

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- La noticia dada a conocer el día de hoy en el sentido de que la obra de la Presa Las Cruces se suspendía por falta de presupuesto, esto por parte del gobierno federal, provocó la alegría de los indígenas y de ambientalistas, mientras que a las personas que ya se sentían los dueños de una rebanada del pastel lleno de tristeza.

La obra de construcción de la Presa Las Cruces por sobre el río San Pedro tendría un costo de 700 millones de dólares, señalándose que la citada obra le daría empleo a 5 mil personas directas y a 5 mil personas indirectas, lo que provocó que decenas de personas enquistadas en la alta burocracia se frotaran las manos de gozo, ya que en esta rebatinga de cientos de millones de pesos habría jugosas ganancias para algunos producto del ya institucional diezmo, sin que hubiera el menor recato de saber que con la magna obra se iba a perjudicar la zona de marismas y las lagunas estuarinas al morir de manera irremediable el mangle de las marismas ante la falta del riego de agua dulce misma que se entremezcla con el agua salobreña del mar y es que según las palabras del ambientalista una hectárea de mangle en la marisma produce alrededor de media tonelada de camarón, crustáceo que viene a paliar en demasía la economía de los habitantes de la zona.

Amén de que una vez que comenzaran a llenar el vaso de la presa, está inundaría poblaciones y sitios sagrados de los indígenas de la región serrana. Estos últimos los que levantaron los brazos dando las gracias a sus deidades por la suspensión de la citada obra misma que iba a beneficiar principalmente a la clase pudiente de la sierra; a esos mismos que tienen cientos de cabezas de ganado y que a la de a la de a fuerzas deben de darle de beber. Mientras que los pobres de la sierra difícilmente tienen seis máximo 20 chivos con los que además de tener el preciado lácteo para darle a sus hijos, vendían las chivas más viejas a los birrieros de la zona de Ruiz, Santiago, Rosa morada y Tuxpan.

Ayer, allá en Tepic, la noticia dada a conocer por las autoridades federales cayeron como baldazo de agua fría en la espalda a por lo menos 90 personas que estaban siendo capacitadas para laborar en la citada obra, mismos que sumamente molestos dijeron que acudirían ante las autoridades laborales a poner su demanda luego que más se molestaron al conocer que las indemnizaciones por el espacio de tiempo laborado en la capacitación les sería cubierto en partes, es decir no les pagarían de contado sino que fueron avisados en el sentido de que ante la falta de liquidez por parte del gobierno les pagarían en partes. Por lo pronto el enojo de unos es motivo de alegría de otros, sobre todo el de los indígenas de la sierra que ya no verán sus santuarios amenazados, y el de los pescadores de camarón, que por lo menos en dos años más podrán seguir capturando con sus atarrayas el preciado crustáceo.