Cazador furtivo de Mexcaltitán tras matar a una venada mantenía en cautiverio a bebé venado

05 / Octubre / 2017

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Ya en otras ocasiones el ambientalista co-propietario de la finca la Papalota, Ingeniero Ignacio Vallarta Chan, había advertido de la presencia de cazadores furtivos que atentaban contra especies en peligro de extinción como el venado cola blanca, que todavía existe en toda la zona de marismas donde los moradores no respetan siquiera la tortuga golfina, la cual es por demás sabido que hasta las amarran de un árbol como si fuera un puerquito al que hay que engordar. Sin que autoridad alguna haga algo.

Valga el comentario luego que personas de Mexcaltitán reportaron que en un domicilio de la Isla se encontraba la cría de un venado, luego que los moradores son aficionados a la caza y se señala que luego de matar a la madre, decidieron criar a la venada bebé para los XV, y luego darle cran. Afortunadamente la denuncia llegó a oídos del Ingeniero Roberto del Toro, delegado en la entidad de Profepa, quien junto con un grupo de agentes acudió a la Ínsula en donde decomiso el animalito para trasladarlo a un lugar adecuado.

Pero retomando el tema, es preocupación de Luis Ignacio Vallarta ver como cazadores de los poblados cercanos e incluso de otras entidades acuden de manera furtiva a cazar animales en peligro de extinción como el mismo venado cola blanca, tejones, mapaches, e incluso hay el riesgo de que canalicen sus intenciones en la caza del jaguar, sencillamente para disecarlos una vez muertos y exhibirlos en sus bibliotecas de sus domicilios. En el tema del jaguar, Vallarta Chan explicó que los ganaderos de los poblados a cercanos a la Papalota no deben de temer porque un jaguar mate para comer a una vaquilla o becerro, para ello el gobierno federal cuenta con un fondo de contingencia para indemnizar a todo aquel ganadero que demuestre de manera fehaciente que alguna vaquilla, becerro o semental haya muerto a consecuencia del ataque de un jaguar, aunque hay que reconocer que quienes invadimos su habitad fuimos nosotros, no ellos. Es lamentable, mencionó el entrevistado, que no haya más personal vigilando la zona de marismas para erradicar a tanto cazador furtivo que tanto daño provoca en nuestra ecología. Explicó.