Numinor:Noosfera Gestora

Ángel Agustín Almanza Aguilar

05 / Octubre / 2017

Con admiración y respeto, para la Lic. Magda Alejandra Camarena Meza.

‘Noosfera Gestora’ es un proyecto artístico, fundamentado en el arte de la musa Terpsícore, la danza, que está en busca de promover y gestionar movimientos enfocados en las artes escénicas contemporáneas, brindando talleres al respecto a los nayaritas; prácticas de meditación en movimiento con secuencias dirigidas y exploración libre, fomentando la autoestima, autoaprobación y el conocimiento progresivo de la sabia interior, abriéndose a la alegría de la vida, expone el Centro de Psicoterapia Integral ‘Tatewari’, que dirige –según sabemos– la Lic. Magda Alejandra Camarena Meza, la cual sigue ‘Tejiendo Comunidad’ con ‘En Red Arte’.

Y si que nos enredó con eso de su ‘Noosfera Gestora’, pero, ¿qué debemos entender por ello?

Bueno, de ‘Gestora’ nos lleva a la idea de ‘Gestar’, es decir, lo relativo a lo que lleva y sustenta una madre en sus entrañas a su futuro hijo; lo preñado, lo concedido, lo fecundado. ¿Pero lo de ‘Noosfera’?... Vamos, nos informan que ese término lo utilizó aquél buen jesuita, el P. Teilhard de Chardin, con la idea de una progresiva evolución de la conciencias hasta articular una única mente global. El llamado Punto Omega de la teoría creacionista de la evolución.

En la actualidad se viene investigando científicamente –está el Proyecto Conciencia Global, desarrollado por distintas universidades del planeta– la posibilidad de que podamos unirnos en una sola mente, en una Supermente; que existe una mente global –también– de la que todos formamos parte (nuestro planeta podría estar dotado de esa conciencia).

Sería la eclosión, el surgimiento de una nueva especie humana, una ultrahumanidad, seres superiores mutantes No es esto, para nosotros, algo delirante o un desvarío, pues hasta el Nuevo Testamento nos habla de ello. Veamos: Porque sabemos que toda la creación gime a una, y aún está con dolores de parto hasta ahora

Porque el anhelo ardiente de la Creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios la gloria que nosotros ha de manifestarse (Romanos VIII, 22, 19 y 18). Los ropajes que esas nuevas criaturas portarían serían de luz, energéticos, ‘de fuego’, como el que mostró Jesús en su transfiguración por aquél monte (Mateo XVII, 2). Seres plenamente espiritualizados, y el espíritu es fuego (I Tesalonicenses V, 19; Mateo III, 11; Hebreos I, 7). Ahora bien, la legendaria ‘Piedra Filosofal’ no sería otra cosa que una gran condensación de un ‘Fuego Secreto’, es decir, del Espíritu Universal Sería experimentar en nosotros aquello de la ‘Luz hecha carne’: una especie –con las debidas reservas– de coronación del plano dimensional de esa ‘Noosfera’.

Existe, en el hermetismo, la doctrina del ‘Todo’, la realidad suprema y substancial que está oculta en todas las manifestaciones materiales que nos envuelven y rodean cotidianamente, con el cual es posible relacionarse. Tal doctrina acepta la existencia de varios planos o dimensiones, donde hay seres viviendo. Sí, esto suena a pura locura, pero –como está escrito– escrudiñandlo todo y quedáos con lo bueno, o, yendo más allá, En la casa de mi Padre hay muchas moradas (Juan XIV, 2).

Nuestro viaje cósmico terminaría, pues, al reunirnos con ese Todo, que es la Inteligencia Suprema, la cual nos daría a su ‘Hijo Unigénito´, a Cristo, por medio del cual veríamos la totalidad de la Realidad. En Cristo –se lee– están escondidos todos los secretos de la sabiduría y del conocimiento (Colosenses II, 3), y es en Él donde habita la plenitud divina (Colonensies II, 9) Cristo es el Don Sagrado, estado espiritual al cual podemos llegar, y es el verdadero tesoro oculto en estos ‘vasos de barro’, por el poder del Espíritu (II Corintios IV, 7).

La humanidad hoy en día está hundiéndose cada vez más en el fango de lo maligno, de la violencia, de lo carnal y ha hecho del oro su dios, al grado de que ha puesto hasta su propia sobrevivencia en fatal peligro. Y, lo peor, está tirando a su cloaca existencial hasta la idea del Ser Supremo. Falta lo porvenir Pero, ¡aún es tiempo! El verdadero despertar se acerca, lo mismo que la Real Transmutación del plomo al oro.