Testimonio; Cuarentena de Terror Nayarit Cementerio de Esperanzas

Noé Ramos Villela

31 / Octubre / 2017

Se cumplieron ya los primeros cuarenta días del gobierno de Antonio Echevarría García, cuarenta sangrientos días que tanto para gobierno como para ciudadanos resultaron mucho más difíciles de lo que se hubiera pensado, y aún que nadie esperaba que la actual administración llegara con varita mágica a resolver todos los problemas que nos aquejan, y que dicho sea de paso muchos de ellos fueron heredados, lo que es un hecho es que los nayaritas queremos ver un gobierno más que de mano dura, sí de mano firme, que no le tiemble la mano para tomar decisiones, y que en cada puesto y en cada cargo estén al frente los perfiles adecuados, mujeres y hombres honestos, responsables, que den la cara a los nayaritas quienes con sus impuestos pagan sus altos sueldos, no hay tiempo para improvisados, tampoco para seguirse lamentando por la Herencia Maldita no solo queremos que nos digan quienes son los culpables, queremos soluciones y resultados, el tiempo de las promesas ya quedó atrás, han sido años difíciles, y si a ello le agregamos esta Cuarentena de Terror con la que inició el actual gobierno, resulta que la percepción de los ciudadanos de este estado es que las cosas van de mal en peor, que no nos sentimos seguros, y que la Estrategia en el tema de Seguridad no está dando los resultados, y más que hablar de cifras o del número de víctimas de esta ola agravada de violencia y de terror, hablemos de que los nayaritas sentimos insensible a nuestro gobierno, ausente en momentos difíciles, como si fueran ajenos al dolor de las familias que lloran a sus muertos o que no saben del paradero de su familiar, el ejecutivo y las autoridades tardan en salir a dar la cara, y en sus mensajes jamás hacen mención de cómo le brindarán apoyo a los familiares víctimas de la violencia en esta sangrienta guerra entre cárteles, madres, padres, hijos y viudas que necesitarán no solo del apoyo económico, por qué también requieren ayuda psicológica para aliviar un poco su dolor.

Nayarit se ha convertido tristemente en un Cementerio de Esperanzas, dónde con cada muerte matan también nuestras ilusiones y el deseo de que a Nayarit regrese esa Paz tan anhelada, dónde las familias salgan a las calles con seguridad, dónde nuestros jóvenes no corran peligro, y recuperar el rumbo de un estado próspero y libre, una tierra generosa dónde impere el estado de derecho y el respeto a los ciudadanos.

Los nayaritas exigimos un alto a la Violencia y a la impunidad, que no se haga fiesta por detener o abatir al H fulano o al H zutano, eso poco sirve si continúan los muertos, tampoco queremos discursos o frases huecas, queremos resultados y no más promesas.

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