CON PRECAUCIÓN: No me defiendas comadre

Por Sergio Mejía Cano

07 / Marzo / 2018

Cuando entré a la secundaria, mi hermano mayor me recomendó que cuando llegaran las elecciones para elegir al presidente de la Sociedad de Alumnos, tal vez me llegaran algunos cuates para preguntarme por quién iba a votar, y que le respondiera a quien me preguntara que iba a votar por él. Esto porque había grupos de choque de los candidatos intimidando a los alumnos de nuevo ingreso para jalarlos a sus filas.

Cuando le cuestioné a mi hermano por qué tenía que ser así, me contestó que para desestabilizar al preguntón, ya que si andaba queriendo saber por quién iban a votar los demás alumnos, pues que mejor aprovechara su tiempo para hacerse su campaña para él mismo y no para otro.

Y en las elecciones para los cargos públicos también no faltan los que defienden a determinado candidato cuando lo atacan, quedando más quemado el defensor que el mismo candidato. Ya lo hemos visto siempre que hay elecciones que, si se supone que los periodistas deben de ser imparciales, hay algunos que se cargan a favor de determinado candidato y aprovechando su espacio periodístico, se dedican a defender a su favorito, quedando por esto fuera de toda ética profesional, porque se supone que el periodismo es para informar y formar opinión permaneciendo en todo momento en un punto neutro. Obviamente que se tiene que hablar de los candidatos bien o mal, pero de acuerdo a su desempeño en sus campañas de proselitismo; ya sea señalándoles sus errores o aciertos pero en forma de una crítica constructiva, por lo que ya quedaría de parte del candidato si la toma o la deja, pero el punto de vista ya se dio y, si alguien leyó dichas críticas periodísticas, pues también está en el lector si juzga o tilda de loco al periodista.

Recientemente apareció en las redes sociales un video en donde se ve a la diputada local plurinominal María Fernanda Belloso Cayeros rodeada de periodistas, defendiendo al exgobernador Roberto Sandoval Castañeda, afirmando ante los periodistas que la rodeaban que no podían incautar el edificio de la Fundación RIE, ahora con el aseguramiento por parte de la Fiscalía nayarita de varios inmuebles que se presume son propiedad de dicho exgobernante. La diputada Belloso Cayeros alegaba que no podían clausurar el edificio porque iban a dejar a muchos niños sin recibir sus clases, a lo que se oye una voz de varón que ese edificio ya tiene rato abandonado, en una de sus partes, y la diputada afirma que no, que continuamente ella estaba presente en ese inmueble y que siempre ha estado ocupado, y la voz fuera de cámara le insiste que hay evidencias de que una parte ha estado completamente abandonada, y la diputada local pedía pruebas; y cuando la cosa se estaba poniendo buena, se escucha la voz de otro varón preguntándole a dicha diputada si creía que todo este entramado era por cuestión política y ya, se cayó el otro cuestionamiento que le estaba haciendo el primer reportero respecto al abandono del inmueble en cuestión.

Sin embargo, se supone que las obligaciones de los legisladores, así sean por la vía plurinominal, no son las de andar defendiendo exgobernadores, ¿o sí? Obviamente se entiende que la diputada María Fernanda Belloso no representa a nadie más que a su partido político, a quien la puso como diputada y desde luego a ella misma, porque no ocupa un cargo directo de voto popular, así que mejor se entretiene en otras cosas que no le corresponden de acuerdo al cargo que ahora ocupa.

He aquí lo malo de los cargos plurinominales, pues quienes los ostentan están o se sienten más obligados para con sus jefes o representantes a quienes les deben el cargo que a la población en sí.

La diputada Belloso Cayeros defiende en entrevista callejera lo que tiene que ser defendido en tribunales. Y ha demostrado no tener ni una pizca de diplomacia y menos de política, porque con su actitud prácticamente se está echando un clavado a una alberca sin agua; existe mucha turbiedad en todo lo que está defendiendo y, si se pone un poco lista y analiza de bien a bien la situación, debe de aplicar aquello de que cuando el río suena es que agua lleva y mejor ser prudente en la defensa que hace tal vez por sentirse comprometida con su anterior jefe del que se dice, fue su secretaria particular; y tal vez por eso se siente con el compromiso de defender lo que está defendiendo aunque esto la distraiga de lo que está obligado un diputado a hacer en el Congreso Estatal. ¿Se le ha visto acaso a esta diputada en el desalojo de una familia? Sea pues. Vale.